AGUILAR DE LA FRONTERA . Miseria y hambre. La lucha social de clases.

Autor: Rafael Espino Navarro

“ no habléis de libertad, de igualdad y fraternidad, a un pueblo que pide pan y le dais metralla “

Gabriel Morón

Aguilar de la Frontera, era a finales del siglo XIX, un municipio en su totalidad eminentemente agrícola, el campo era la verdadera fuente de riqueza de la población, contando con una industria y artesanía casi inexistente y la explotación del campo se realizaba de forma bastante deficitaria, la mecanización era muy escasa o inexistente basando toda su fuerza laboral en los trabajadores agrícolas o jornaleros que representaban aproximadamente entre el 75 y el 80 % de la población rural . Los cultivos predominantes eran fundamentalmente, los cereales, la viña y el olivar y en menor medida la remolacha el maíz y el algodón acompañando los pastos y las dehesas. La distribución de la propiedad era una consecuencia de los repartos de tierras efectuados varios siglos antes como consecuencia de la conquista cristiana. Grandes fincas que en ocasiones pueden llegar a ocupar un alto porcentaje del término municipal. Todo ello en contraposición con una enorme masa de jornaleros sin ninguna tierra en sus manos. El sistema más usual era el latifundio que permanecía en manos de los grandes propietarios de la época, pero también en menor medida se daban los arrendamientos, caracterizados estos por las rentas altísimas que habían de pagar sus poseedores. El arrendamiento como tal se establece en plazos cortos, por lo que ninguno de los arrendatarios podrían en ningún caso realizar inversiones importantes en fincas que no eran de su propiedad y evidentemente por este motivo jamás habrían de recuperar las inversiones realizadas en las mismas. Por ello este sistema de tenencia de la tierra conllevaba en cierto modo la inseguridad debido al pago de las rentas y a la imposibilidad de emplear nuevas técnicas de cultivo, lo cual repercutía enormemente en la mano de obra campesina a contratar así como en sus salarios y en las condiciones de trabajo de estos.

Fruto de esta situación de desigualdad e injusticia a finales del mes de octubre de 1893, se produjeron graves agitaciones e incidentes en Aguilar, a consecuencia de las protestas contra el incremento de precios de los consumos. Durante años la situación del campo se agravó hasta crear una situación insostenible y alarmante. Las lluvias torrenciales paralizaron la mayor parte de los trabajos del campo, y hubo que acudir a repartir comida en los asilos y en los ayuntamientos. 1896, llegaba con una nueva subida de los precios de las subsistencias, que agravó más si cabe la conflictividad existente, pues durante la primavera de ese año la sequía hizo su aparición. El jornalero a pesar de utilizar todos los medios a su alcance para acumular reservar que le permitiesen continuar viviendo el resto del año, no lo lograba ,aún poniendo todo su esfuerzo, por lo que todos los miembros de su familia -sus hijos, sus hijas, su mujer- también tenían que buscar trabajo.

En ese mismo año, la sequía esquilmaba de nuevo los campos y las crisis campesinas serían muchos más graves que la de años anteriores. Aguilar de la Frontera, de nuevo se encontró entre las localidades de la provincia donde más conflictos obreros se produjeron debido a la miseria y el hambre física padecidas por los jornaleros del campo y sus familias.

Las manifestaciones que se realizaron en este año reclamaban más trabajo y menos limosnas por parte de los patronos. Como consecuencia de ello las autoridades municipales prohibieron el pedir limosnas en los domicilios a mujeres y niños, lo que no hizo sino agravar la situación. El día 30 de abril de ese año, una multitud de mujeres hambrientas y desesperadas, asaltaron los puestos de pan del mercado de abastos y al día siguiente junto a sus hombres y niños, ocuparon la plaza principal en actitud de protesta por la falta de trabajo y el hambre existente.

Fue preciso que la Guardia Civil interviniera para disolverlos y la promesa por parte de las autoridades de acomodarlos -costumbre muy usual en la época- en los cortijos del término municipal para calmar los ánimos. Ante esta situación la llegada del nuevo siglo, no traería cambios sustanciales en las condiciones de vida de la mayor parte de la población agrícola de esta localidad.

En 1900 Aguilar de la frontera contaba con un censo de 3745 hogares y 13.236 habitantes, es decir se había sufrido un incremento en la población en tan solo 23 años de 1.524 habitantes más (4). En mayo de 1898, se vuelven a suceder altercados, esta vez en el mercado de abastos. Más de 200 jornaleros se enfrentan a la dotación de la guardia civil y la situación termina con el asalto a varios puestos de comida y la detención de varios jornaleros. El mes de julio, también se sucederán alteraciones, esta vez en protesta por la subida del precio del pan y por el rechazo de los consumos.

A comienzos del nuevo siglo, encontramos una situación, en la localidad donde el total de su población activa se reparte de la siguiente forma: 85% para el sector agrario, el 9 para el industrial y el 8 para los servicios, lo que nos da prueba de las pautas básicas de su estructura económica, en una población que era cabeza de partido judicial y que contaba con una extensión de 24.312 hectáreas. El listado de los mayores contribuyentes quedaba compuesto por las siguientes personas:

Francisco Calvo Rubio Toro

Juan López Alcalde

Antonio Valdelomar Toro

Luís Clavería Calvo

Narciso Carretero López

J. Gutiérrez Cámara Castillo

José Abarzuza Saris

Manuel López Jiménez

Hay que esperar precisamente a comienzos del nuevo siglo que empieza para observar los jornaleros pueden comenzar a plantear las negociaciones colectivas, aunque la huelga continuará siendo ilegal hasta 1909.

En el mes de marzo de 1901, siendo alcalde a Aguilar Ricardo Aparicio Aparicio, hasta el año 1903, de nuevo se vuelven a soportar situaciones de tensión e incidentes en protesta por el hambre de la mayor parte de la población trabajadora en Aguilar. En el devenir del año 1903, la tensión entre los jornaleros aumenta y en la misma se van a ver también implicados los demás gremios, acuciados estos por la falta de pago y por el incremento continuo de la escalada de precios de artículos básicos y de primera necesidad. Ello conllevará a que se promueva el movimiento asociativo, y que este se situé en unos de los momentos más importantes del siglo. Si a todo esto unimos la existencia de un campesinado numeroso que es marginado sistemáticamente del uso de la tierra como medio de producción, pues la misma es consecuencia de un régimen de tenencia altamente concentrado, que originará profundos desequilibrios en el funcionamiento normal del mercado de trabajo, se crean los componente idóneos para facilitar una tensión social cuya manifestación es una expresión de conflictividad crónica que desembocará en la primera gran huelga general del reciente y estrenado siglo.

Los albañiles, los ebanistas, los panaderos, los ferroviarios, los canteros, zapateros y el resto de colectivos, llevaran a cabo una gran huelga general que se llevaría a cabo durante el mes de abril y donde principalmente se pedía un aumento del jornal y mejoras laborales significativas.

A lo largo de estos dos primeros años del siglo recién estrenado la alcaldía estaría en manos de Ricardo Aparicio y Aparicio, al cual acompañarían al frente de la misma, como mayores contribuyentes del término las siguientes personas: Juan P. Becerra Covantes, Manuel Belmonte Estepa, Narciso Carretero López, José Castillo F. Abango, Antonio Conde Carmona, Ruperto Cosano Rojas, Vicente Heredia Crespo, Manuel Jurado López, Francisco Llamas Zafra, Rafael Maldonado Rodríguez, Vicente Romero Manzano, Francisco Rubio Castro, José María Sánchez Morales, Juan J. Sotomayor Flores, José María Toro Lucena, Francisco Valle Galisteo, Antonio J. Varo Valle y Carlos Carrillo Tiscar.

Durante el año 1902, y a propuesta de la Junta Local de Reformas Sociales, se crea una Comisión provincial nombrada para informar hacer de la situación de los obreros agrícolas en Córdoba. En la misma se informa al ministro de Gobernación de la situación de los trabajadores del campo. Parte de esa información nos sirve perfectamente para poder hacernos una idea de la misma:

“ … el obrero rural está peor alimentado, vestido y alojado que el de otros países, sufre privaciones, aunque estas no sean mayores hoy que las sufridas desde la época de la reconquista ..”

“… la lucha del trabajador con el patrono no puede producir otro resultado que el de espantar el capital de todas aquellas empresas en las que sea preciso emplear trabajadores manuales. Si el obrero no es dócil y agradecido, el patrono se asociara también contra el obrero y en esta lucha social, la soga ha de romperse por la parte más delgada y el obrero vendrá a ser la víctima.”

Por la información recogida en ese informe sabemos que en épocas de calamidades climatológicas, el único recurso disponible para subsistir al que podía recurrir la clase trabajadora era “la caridad” para poder alimentarse y el socorro para poder refugiarse. Que las familias se seguían viendo en la necesidad de trabajar todos sus miembros, por pequeños que fueran, en el intento de obtener unos recursos económicos que les eran desfavorables y escasos. Hombres, mujeres y niños se ocupaban cuando podían en el campo y cuando no en trabajos domésticos en el pueblo. El trabajo a destajo se seguía practicando sobre todo en época de campiña y siega en los cortijos. Que el jornal medio de un hombre rondaba entre los doce y los diez y seis reales. Que también era frecuente que parte de este jornal se siguiera pagando en especie o comida que fundamentalmente consistía en migas, sopa o salmorejo en verano y cocido de garbanzos y tocino en invierno. Y la asistencia médica y el socorro se dejaban totalmente en manos de los hospitales o clínicas de caridad. Las escuelas además de escasas eran pésimas por su estado, ubicadas en lugares inadecuados para tal objeto y por supuesto no al alcance de todo el mundo. Más de la mitad de los niños no recibían ningún tipo de instrucción elemental, por la falta de escuelas o por la imposibilidad de poder acudir a ellas. Más de tres tercios de los obreros agrícolas no sabían leer ni escribir y el analfabetismo entre los obreros del campo es abrumador.

Sabemos también que la influencia de los lideres encargados de transmitir y popularizar las nuevas ideas de cambio y libertad , tuvieron unas repercusiones muy importantes en el contesto de intento de derrocamiento del sistema capitalista imperante y en la aparición del nuevo concepto de conciencia de clase obrera rural.

El poder de los dos partidos de la Restauración, comenzó a debilitarse y decaer a partir del año 1900, y posteriormente a la muerte de sus dos lideres Canovas y Sagasta, el mismo comenzó a fragmentarse, a partir de 1903. Durante los 27 años que comprende este sistema político, se sucedieron diecisiete gobiernos, once de los cuales estuvieron presididos por Cánovas del Castillo o Sagasta.

En el mes de febrero de 1903, se celebra en el café de “Las Flores” un acto en conmemoración del 30 aniversario de la proclamación de la I República, donde intervienen entre otros el abogado, Jerónimo Palma Reyes presidente honorario del Partido Republicano Federal, que esa fecha contaba con más de 2.000 socios en la localidad. Su presidente electo era Bartolomé Luque Gálvez.

En el mes de febrero, de 1903, los republicanos celebran un mitin con motivo de la inauguración del casino Republicano en el que interviene de nuevo J. Palma Reyes.

También en ese mismo mes se celebran elecciones generales, produciéndose irregularidades tanto en las votaciones, como en el escrutinio. Se les negó el voto a muchos partidarios de Jerónimo Palma y votaron hasta 30 electores falsos. Se compraron votos a 100 ptas., se cerraban los colegios electorales antes de la hora indicada, incluso se amenazaba a los colonos con tierras alquiladas con quitarles las tierras si no votaban al candidato que se les decía. En esas mismas elecciones es elegido por primera vez concejal del ayuntamiento por el partido Republicano Federal de Aguilar de la Frontera Leoncio Mejías Carmona a/ “el severo”.

La dirección del partido Unión Republicana esta compuesta en esas fechas por las siguientes personas:

Presidente
Antonio Romero Carmona

Vicepresidente
Rafael Albalá Hurtado

Secretario
A. Almeda Moreno

Miembro Junta Directiva
Ramón García Muñoz

Miembro Junta Directiva
Jerónimo Pérez Pino

Miembro Junta Directiva
J.A.Villar Reyes

Miembro Junta Directiva
R. Maldonado Luque

Miembro Junta Directiva
Manuel Pérez Trigueros

Miembro Junta Directiva
Bartolóme de Luque López

Miembro Junta Directiva
Rafael Jiménez González

Miembro Junta Directiva
Manuel Carmona Cabello

Miembro Junta Directiva
Francisco Coeña Martín

Miembro Junta Directiva
J. Alfonso Berlanga

Miembro Junta Directiva
Celedonio Montilla González

Miembro Junta Directiva
Agripino Montilla Moriana

Miembro Junta Directiva
M. Varo Valle

Miembro Junta Directiva
Antonio Fernández Pedraza

Será a partir de estos años de principio de siglo cuando los jornaleros y obreros agrícolas, comienzan a despertar su conciencia de clase, influenciada esta indiscutiblemente por los lideres que emanan de entre ellos y por las nuevas ideas que llegan a los medios rurales (anarquistas , socialistas y comunistas). El papel de la ideología del movimiento obrero es en este sentido decisiva y fundamental para el desarrollo de sus reivindicaciones y la táctica de lucha social a emplear. La participación en los actos de protesta de esos años, la similitud en las reivindicaciones indican claramente, que muy al margen de la ideología, la protesta campesina, era única. Sus reivindicaciones básicas de igual forma también coinciden: aumento de jornal, jornada de ocho horas, supresión del destajo, colocación de los parados, y evitar a toda costa que se contraten en las faenas agrícolas a mano de obra proveniente de otras localidades.

Es por ello que 1904, se iniciaba también con demandas obreras por la carestía de la vida y con un importante incremento en el numero de jornaleros en paro. El ayuntamiento y la corporación municipal estará dirigido y formado durante este tiempo por la siguientes personas: Rafael López Jiménez, Rafael Aragón Delgado, Manuel Belmonte Estepa, José Belmonte Luque, José Castillo F. Abango, Ruperto Cosano Rojas, Francisco Cosano Valle, Aurelio F. Abango, Antonio Galisteo Revuelto, Vicente Heredia Crespo, Manuel Jurado López, Rafael López Jiménez, José María Pérez García, Manuel Pérez Trigueros, Eripio del Pino Martín, Antonio Romero Carmona, José María Sánchez Morales, Antonio J. Varo Valle Francisco Valle Galisteo y Carlos Carrillo Tiscar.

Para aliviar la situación de nuevo las autoridades municipales pusieron en marcha las cocinas económicas. Pero estas medidas resultaban del todo ineficaces y el numero de obreros en paro cada día que pasaba aumentaba. Por parte de los obreros se solicitaban medidas tendentes a paliar en lo posible la situación, tales como la supresión de los impuestos de consumos y la realización de obras de interés social para ocupar a los desempleados. En este sentido y cada vez que se reclamaba por parte del campesinado soluciones administrativas o estatales para su situación endémica, los patronos no solían recibir de muy buena gana las medidas adoptadas por el estado, para paliar la situación de calamidad existente. El reparto o alojamiento de los jornaleros en los cortijos y en las fincas de mayor extensión y trabajo, fue una de las medidas mas adoptadas en este sentido y que los patronos rechazaban de forma rotunda, ya que opinaban que estas medidas suprimían su libertad para contratar a quien ellos quisieran y recortaban su derecho a disponer de su propiedad privada como a ellos les viniese en gana. En realidad, solo eran partidarios de solucionar este problema social, ofreciendo eso sí donaciones particulares (cuando las había) y delegando la solución a la caridad y beneficencia social o privada. En este sentido, propio es de destacar como ejemplo de lo anteriormente citado, la construcción algunos años antes ( en concreto el día cuatro de octubre de 1898), de un Asilo de Ancianos en Aguilar de la Frontera, fruto de las donaciones particulares y del carácter altruista del matrimonio formado por Rafael Crespo y Calvo de León y Asunción de Toro y García. Que se sustentaría gracias a las aportaciones en forma de donativos que esta familia de forma altruista realizaban periódicamente. En fechas posteriores, concretamente durante la dictadura de Primo de Rivera, será Manuel Aragón y Calvo de León, el que se ocupe de tales menesteres.

En abril de 1905, el Diario de Córdoba, describe la situación en Aguilar de la Frontera de “ruina general”. (5) El mal que se siente en el campo , es muy real.

A lo largo de los próximos años, Aguilar seguía siendo un pueblo inminentemente agrícola, con unas estructura sociales y económicas caducas, muy distante de lo que hoy entendemos por una sociedad plural y desarrollada. Las desigualdades sociales, hicieron que el aumento de la productividad no fuera acompañado de un incremento real de los salarios, de modo que el poder económico y adquisitivo siguió siendo muy desfavorable para la mayoría de la población.

(“… a consecuencia de tres meses de lluvias, fríos y escarchas que llevamos, se ha hecho imposible la vida material de muchos de nuestros braceros, que se lanzan a la calle en demanda de alimentos para sus pobres familias desmayadas”. Agotados los recursos del capítulo de calamidades publicas de nuestro Ayuntamiento, este se ve imposibilitado de ayudar al vecindario, y del mismo Municipio salen comisiones de concejales solicitando una suscripción permanente(mientras duren estas penosas circunstancias) que permitan sostener dos cocinas económicas establecidas en el Hospital Civil y en la Iglesia de la Cruz, en donde se distribuyen raciones mediante bonos que se dan a los necesitados en la Casa Consistorial . Como un síntoma de la fatal situación que atravesamos, añadiré que en pocos días han quebrado tres casas de comestibles, y no serán las últimas, si sigue este malestar.

Al finalizar el año 1905, concretamente el día 7 de diciembre , se recibe la visita en Montilla del diputado liberal a Cortes por el distrito de Montilla, José Fernández Jiménez, siendo recibido en la estación de esta localidad por una comitiva de representantes del distrito entre los que se encontraba el jefe de los liberales de Aguilar en esos años, Vicente Romero Cepeda.. Ricardo Aparicio y Aparicio , sucedería a Vicente Romero al frente del partido liberal y la alcaldía en nuestra localidad, llegando incluso años más tarde a disputar a José Fernández Jiménez el liderazgo provincial del partido liberal.(6) Liderando la política local por parte del partido conservador se encontraba Juan de Burgos Luque. Que fue diputado en Cortes por el partido liberal-conservador durante la legislatura 1903-1905. (7)

Durante todo es año 1905, se volverían a soportar situaciones de verdadera necesidad entre las clases más desfavorecidas de la población, fundamentalmente, como ya venia sucediendo por la carestía de las subsistencias y el abaratamiento de los jornales. En este año, los jornaleros percibían un jornal de 2 a 2,50 pesetas los hombre y las mujeres de 0,50 a 0,75 pesetas, cuando un kilo de pan costaba 0, 40 pesetas.

Debido fundamentalmente a esta prolongada situación las huelgas y agitaciones provocadas son fruto del paro y del hambre física ya que de ningún modo es exagerado decir que los jornaleros vivían por debajo del estricto nivel de subsistencias biológicas.

El censo de población de esa década , cifra los habitantes de Aguilar de la Frontera en 12.637, de los cuales 6278 son varones y 6359 mujeres. De todos ellos 9705 personas no saben leer ni escribir, lo que sitúa el índice de analfabetismo en el 77 % de la población.

Las propiedades agrarias de los grandes terratenientes locales seguirán cultivándose poco y mal, provocando con ello un comportamiento social injusto, pues la gran mayoría de las mismas a pesar del escaso trabajo existentes seguirán dedicándose a dehesas y pastos, que apenas requieren para su explotación mano de obra.

Las condiciones de vida y de trabajo de las familias obreras durante todo este periodo obligaban a estas familias a estructurarse en forma de clan, en respuesta sistemática a la situación que vivían marcada principalmente por la explotación que sufrían por parte de los patronos y terratenientes dueños del campo donde estos jornaleros vendían su tiempo y su fuerza de trabajo, y también el de sus familias. Esta explotación se concretaba en un salario ínfimo, muy bajo, que hacia muy difícil a estas familias poder equilibrar el presupuesto familiar necesario para poder subsistir. Como consecuencia de esta situación, los trabajadores de la tierra pasaban a englobar la masa de pobres y marginados de la sociedad, y se producía así la proletarización de los obreros.

Del salario que percibían por su trabajo tenían que hacer frente a los gastos imprescindibles para la vida cotidiana de sus familias, por lo que la mayor parte del mismo se destinaba a la alimentación, que era imprescindible para su subsistencia y para no morir de hambre. Sin embargo, a pesar de destinar a esta, la mayor parte del salario, la alimentación era escasa e insuficiente.

“… la alimentación de un bracero se componía de pan de trigo, la carne no se podía comprar sino en raras veces, tocino, algo de aceite, garbanzos y patatas”.

Parte del salario percibido también había de ser destinado al pago de la vivienda, además de la luz y del agua. Las viviendas por lo general eran muy pequeñas y solo compuestas de una sola habitación de muy pocos metros cuadrados donde vivían amontonadas varias familias, estaban muy poco iluminadas, y tenían unas condiciones muy altas de insalubridad.

El vestido y el calzado se llevaba también parte de ese presupuesto familiar. Todos los obreros vestían de forma muy parecida, buscando la ropa más barata existente, que normalmente pagaban con cuentas a largo plazo. Finalmente todo lo que hacia referencia a la cultura y alfabetización de los niños, era inexistente o solo se daba en los primeros años de vida adolescente, ya que no podían dedicar a educación recursos que les hacían falta para no morir de inanición. La educación primaria era reconocida como un derecho del ciudadano, y por tanto obligatoria, desde la Ley Moyano de 1857, pero lo cierto es que la escolarización apenas llegaba a un tercio de la población, debido a la falta de escuelas, de maestros y a la imperiosa necesidad de dejar la escuela a edad temprana para trabajar en el campo o en cualquier otro trabajo que ayudase al mantenimiento de la familia. Por lo tanto el analfabetismo y la debilidad cultural eran características intrínsecas de la población rural campesina. Los maestros, habían de mendigar un salario de hambre a las corporaciones locales y la mayoría estaba a merced del caciquismo imperante. El principio de autoridad era el único que quedaba claro en las pocas escuelas y aulas existentes en medio de unos contenidos inservibles y vacíos. Solo con la ayuda y hegemonía de la iglesia, la educación de las elites lograba cubrir el enorme desfase del aparato escolar tanto en la enseñanza media como en la superior. Los jornaleros viendo a sus hijos la mayor parte del tiempo tirados en la calle ponían de manifiesto la evidente falta de escuelas, de medios económicos y de lugar para ellos.

El 95 % del salario por tanto, se destinada a alimentación y el otro 5 % restante a gastos de vivienda, ropa y educación, en este orden.

La medicina solo podían obtenerla hasta bien entrado el siglo XX de la beneficencia. No estaba al alcance de las familias obreras, pues la medicina publica estaba muy ligada al socorro y auxilio de la beneficencia, sólo existiendo en momentos muy concretos, la medicina privada se tenía que pagar, por lo cual sólo era accesible a las clases ricas, burguesas y aristócratas.

Los impuestos, gravaban aún más su difícil situación y las condiciones de higiene publica y privada, simplemente no podían acceder a ella por no disponer de recursos económicos suficientes.

Como consecuencia de estas miserables condiciones de vida las familias intentaban completar el salario del cabeza de familia por medio del trabajo femenino e infantil. En determinados momentos de recolección de cosecha, se posibilita la contratación de todos los miembros de la familia desde la más tierna infancia mediante la modalidad del “destajo familiar”. Por ello y para poder sobrellevar la vida de verdadera hambre que soportaban las familias campesinas, las mujeres realizaban públicamente y a servicio de los señores los llamados entonces “trabajos propios de su sexo”, fregar suelos, lavar ropa, cocinar, etc …, mientras que los hijos más pequeños se van a algún cortijo de zagales, donde guardaran cochinos, servirán de recaderos y de aguadores para las cuadrillas de trabajadores, en tanto que las chicas ejercerán como sirvientas. Pero aún a pesar de realizar estos trabajos y complementos, todavía tenían problemas para poder equilibrar el presupuesto familiar y sus condiciones de vida no mejoraban, ya que las mujeres y los niños realizaban un trabajo no cualificado y cobraban un salario muy inferior al de los hombres. Todo ello unido a que a lo largo de muchas décadas, los salarios bajaban en vez de subir, provocara durante los años venideros un aumento de la conflictividad laboral y la lucha obrera, la lucha de clases encaminada a conseguir una mejores condiciones laborales y de vida.

SIEMPRE EN LA MEMORIA

junio 14, 2012

SIEMPRE EN LA MEMORIA

Autor: Rafael Espino Navarro

El pasado sábado, día 9 de junio, tras el emotivo e histórico acto celebrado por AREMEHISA en Aguilar de la Frontera (Córdoba) en el cual se entregaron a los familiares los restos de sus “desaparecidos” identificados a través de las pruebas de ADN, los restos mortales de María Antonia Jiménez Alcaide y su marido Fernando Valle Luque, ambos naturales de la localidad de Fernán Núñez (Córdoba) y asesinados en Aguilar de la Frontera el día 16 de agosto de 1936, fueron trasladados por los familiares al Cementerio Municipal de este bello municipio cordobés, para ser inhumados en el mismo.

En un sencillo, entrañable e intimo acto de justicia y reparación, sus cuerpos fueron inhumados juntos en un espacio cedido por el Ayuntamiento de Fernán Nuñez a la familia, acto que honra y distingue a la corporación municipal presidida por la alcaldesa Francisca Elena Ruíz Buena.

Para los familiares desplazados expresamente para el acto de entrega y la posterior inhumación de sus abuelos desde diversos puntos de la geografía española, será un día inolvidable, un día que guardaran para siempre en sus retinas. No en vano, pudieron ver pasar en un espacio muy corto de tiempo la película de la memoria de toda una vida, pudiendo ser protagonistas de primera mano, en primera persona del reinvento de la dignidad humana.

Dignidad, una palabra que ellos saben muy bien lo que significa. Una palabra con la que no han dejado de convivir ni un solo día de sus vidas. Una palabra que para ellos es la pura esencia de la libertad en su sentido más profundo. Una palabra hecha para derrotar a la indiferencia y a la cobardía.

Fue una despedida conmovedora, una despedida familiar, para dar con un nudo en la garganta el adiós a María y a Fernando.

Muchos años después, 76 nada menos, el reencuentro y la nostalgia, el recuerdo de familiares que ya no pueden estar presentes y las sombras de un pasado lejano y a la vez muy presente, han vuelto a acudir a una cita con la conciencia.

Emotivas escenas entre sollozos y estremecimientos fueron adornadas de profundas palabras cuyo significado traerá sin duda alguna esperanza y un profundo compromiso que les acompañara ya toda la vida.

María y Fernando, estarán siempre presentes en nuestra memoria.

Descansen en paz.

“ … aquí tienes los restos de tu padre.”
Autor: Rafael Espino Navarro.-
“aún queda pendiente el abrazo, el final de la pesadilla, el beso, la flor en el lugar preciso de la cicatriz.”
Pedro Guerra.-

El pasado sábado día 9 de junio, tras la entrega que AREMEHISA (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera) (Córdoba) realizó a los familiares de las personas “desaparecidas” identificadas a través de las pruebas genéticas de ADN, José Bonilla Varo, fue inhumado en el cementerio municipal de Aguilar de la Frontera.

José Bonilla Varo, fue asesinado el 28 de julio de 1936, cuatro días después de la caída del pueblo en manos de las tropas sublevadas contra la II República. Era un trabajador del campo, tenia 34 años y salió de casa para ir beber agua en la fuente, cuando pasó «un camión y se lo llevó».

Su nieto Rafael Raya Bonilla entregó los restos de su abuelo, a su madre, tal y como lo había soñado siendo un niño. Rafael Raya casi toda la vida ha esperando poder por ver cumplido este sueño.

Su mujer “supo que lo habían llevado al cuartel de la Guardia Civil y fue a llevarle un pedazo de pan y una manta”, pero el guardia de turno le dijo que su marido «no necesitaba de nada, porque lo habían matado». Mi abuelo «no estaba afiliado a ningún partido político» y tenia cinco hijos pequeños, entre ellos mi madre, que entonces tenía cinco años.

José Bonilla Varo, ha sido la segunda persona de esta localidad, localizada, exhumada, identificada, entregada a la familia e inhumada en Aguilar de la Frontera. Dos años antes, en agosto del 2010, lo fue Antonio Manuel Palma Moreno.

“ solo deseo poder recuperar los restos de una gente que están enterrados como perros.”

En su nieto Rafael Raya, han confluido circunstancias extraordinarias, que unidas a su enorme humanidad, sencillez y naturalidad, han hecho posible que otra familia más, esta vez la suya, pueda sobreponerse a una larga espera. Su compromiso y determinación y su solidaridad convertida en instinto han constituido para los que hemos tenido la oportunidad y el honor de haber trabajado a su lado todo un código ético, además de un manual de dignidad humana.

“… mi madre siempre ha dicho que no entra en este cementerio hasta que sepa donde se encuentran los restos de su padre.”

Su madre, pudo por fin entrar en el cementerio local y recoger los restos de su padre. Entre sollozos. Dando las gracias. Su hijo apenas pudo articular palabra. Muchas emociones, muchos recuerdos unidos en un solo momento. Si pudo por fin decirle orgulloso a su madre con infinita ternura … “ aquí tienes los restos de tu padre”.

“… quien mató a mi abuelo, ha muerto y si tiene un hijo o un nieto, no tiene la culpa”.

“ … en los libros de historia, no hay nada de esto. ¿ como puede una persona que tiene una carrera universitaria, pensar que esto es reabrir heridas? pregunta Rafael Raya. Aquí en este pueblo, quien dice eso son las personas que tienen más estudios; pero que los que somos más incultos, vemos la realidad mejor que esas personas.”

“… los hijos directos de las víctimas de la represión “siguen teniendo miedo”, como mi madre, que nunca ha querido hablar de esto por que le inculcaron el temor desde pequeña, diciéndole “ ¡… si hablas te matan…¡” , “¡… si hablas te matan…¡”.

En tan larga espera, sin duda alguna el tiempo no ha tenido dimensión, todos los días, meses y años han parecido interminables. El sábado, para otra familia en Aguilar, esa larga espera, llego a su fin , pudiendo vivir un caudal de nuevas sensaciones que hacen que el camino termine y los sentimientos, sobrecogidos, anuncien el final de otra pesadilla.

HA MUERTO JOSE SAG ORTEGA

“ el bosque de mi generación se va despoblando poco a poco y yo sigo en píe como un árbol milagroso, quizás porque no he perdido la apasionante costumbre de vivir y de luchar para algo que vaya más allá de mi mismo”.
Marcos Ana

José Sag Ortega, ha fallecido. El pasado día 10 de junio, a la edad de 75 años, su vida se apagó. Recibió sepultura el día 11 a las once y medía de la mañana en su localidad adoptiva, Sabadell, (Barcelona) en la cual vivía con toda su familia desde que la emigración les llevo hasta Cataluña en la década de los años sesenta del pasado siglo.

Su corazón jamás dejo de pertenecer a su tierra natal, a su pequeño y querido pueblo San Sebastián de los Ballesteros en la campiña cordobesa, por dos cuestiones fundamentales: era su lugar de nacimiento y también era el lugar donde su padre Juan Sag Tripiana fue asesinado en 1936.

Los recuerdos de su niñez, en aquella pequeña localidad, sus amigos, los juegos infantiles, y las regañinas de su madre por bañarse en el río se han entremezclado siempre con los recuerdos claros del duro trabajo en el campo, la miseria extrema familiar y su constante búsqueda vital por conocer la verdad de lo sucedido a su padre … su recuerdo mas doloroso.

Su búsqueda, su larga búsqueda, jamás se termino ni por el paso del inexorable tiempo, ni la distancia geográfica. Su enorme compromiso e integridad, solo han sido comparables a su sentido de la dignidad y la fuerza de sus convicciones.

José Sag Ortega, ha sido y será siempre un referente, por su ejemplaridad, su firmeza y la defensa de sus ideales. En los momentos mas difíciles, cruciales y definitivos, siempre antepuso su entereza y seguridad, su enorme voluntad y su deseo, por encima de todos los temores. Nunca se rindió, nunca desesperó, consiguiendo estimular la dignidad frente a los golpes que asestaba la adversidad.

Su búsqueda del conocimiento de la verdad, le llevo en el año 2010 a escribir una carta al Comisario de la Memoria Histórica de la Junta de Andalucía, donde entre otra muchas cosas le decía:

“ … la vida de un emigrante, es dura. Emprendimos un viaje sin billete de vuelta. El recuerdo de tu tierra es permanente y por muchos años que pasen, nunca, nunca la olvidas. Solo deseo ahora encontrar los restos de mi padre que yace en algún lugar desconocido y rendirle un merecido homenaje.”

No fue posible. José ha muerto, sin poder encontrar a su padre, pero si pudo ver cumplido su deseo a medías el pasado año 2010, al rendir un homenaje, con la inauguración de un monolito, (no exento de polémicas) a todos los represaliados del franquismo en San Sebástian de los Ballesteros. Un monolito a la memoria … también de su padre. Ello fue posible gracías a su conciencia, a su dignidad, a su compromiso.

AREMEHISA, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera, lamenta enormemente su perdida. La muerte se ha llevado a un gran hombre, insustituible, un buen socio, un buen padre … un buen amigo.

Ahora cuando el río ya ha llegado al mar, su recuerdo, dará sin duda sentido a nuestra existencia.

Descansa en paz.

AGUILAR DE LA FRONTERA EN EL ACTO INTERVINIERON ALCALDES Y FAMILIARES DE LOS REPRESALIADOS

Aremehisa entrega los restos identificados de 26 personas

Los féretros han sido trasladados a diferentes puntos de España. Un total de 45cuerpos van a ser depositados en los columbarios

JOSE SIERRA 10/06/2012

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar (Aremehisa) entregó ayer a sus familias los 26 restos mortales que han sido ya identificados con la pruebas de ADN en un acto celebrado en el cementerio municipal. Con esta entrega se cumplió el objetivo más importante que persigue este colectivo memorialista, según su presidente, Rafael Espino: «Hacer entrega de los restos a sus familiares, después del complejo proceso de búsqueda, exhumación e identificación genética que venimos desarrollando desde hace seis años».

Tras su entrega, los féretros fueron trasladados a puntos tan diferentes de la geografía española como Barcelona, Madrid, Badajoz, Málaga, Sevilla o Córdoba, aunque algunos han sido recogidos por familiares de Aguilar. De los 66 cuerpos exhumados hasta ahora 45 van a ser depositados en los columbarios por decisión de los familiares o por no haber sido identificados aún.

En el acto de entrega intervinieron Francisco Juan Martín, en nombre del Ayuntamiento de Aguilar, los alcaldes de Montemayor y Fernán Núñez, un concejal de Villafranca y algunos familiares de represaliados. La arqueóloga y coordinadora técnica de Aremehisa, Virginia Barea, habló sobre el desarrollo de las exhumaciones a lo largo de los 3 últimos años y José Antonio de Cote, técnico del laboratorio de Biología Molecular y Genómica NBT, explicó los procesos de identificación genética que se vienen desarrollando. El presidente de Aremehisa, Rafael Espino, expuso, con todo detalle, las actuaciones que la asociación ha realizado desde su creación y las que piensa realizar en el futuro ya que, según dijo, «el proceso de exhumaciones e identificaciones sigue abierto hasta que recuperemos la memoria y la dignidad de las personas asesinadas y ocultadas en este lugar, haciendo realidad nuestro deseo: que la muerte no tenga la última palabra». El acto concluyó con la lectura del poema de Rafael Calero Sagrados y la suelta de 66 globos de helio, uno por cada cuerpo recuperado. Los féretros iban cubiertos con una banderola roja sobre la que figurada el anagrama de Aremehisa y el nombre o la foto del represaliado.

José María León fue recibido con honores por el Pleno de Aguilar, a título póstumo

JOSÉ SIERRA.

10/06/2012

Los restos del que fuera alcalde de Aguilar en 1936, José María León, fueron ayer recibidos con horores en el salón de plenos del Ayuntamiento. Los restos presidieron la sesión extraordinaria en la que fue aprobada por unanimidad la iniciativa de IU en la que se solicita el inicio de un expediente para que, tanto él como los cuatro concejales fusilados aquel año, sean nombrados miembros honorarios de esta Corporación, a título póstumo. El alcalde de la localidad, Francisco Paniagua, leyó una declaración institucional exaltando su figura y la de los concejales, y rechazó el asesinato y la ocultación de los hechos que se ha producido durante tantos años. Los restos del alcalde fueron trasladados por la Policía municipal desde el cementerio y recibidos oficialmente por la Corporación en la puerta del Ayuntamiento.

Vosotros que teníais padres y madres
que os amaban más que a sus propias vidas.

Vosotros que teníais hijos e hijas que os necesitaban

como se necesita para vivir el pan o la risa.

Rafael Calero.-

El próximo sábado día 9 de Junio del 2012, a las 11 de la mañana, en la explanada de entrada del Cementerio Municipal de Aguilar de la Frontera (Córdoba), AREMEHISA (Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera, hará entrega a las familias de las personas “desaparecidas” , en esta localidad tras los acontecimientos desatados a raíz del alzamiento militar del 18 de julio de 1936. “Desaparecidos” que han sido buscados, localizados, exhumados e identificadas genéticamente por esta Asociación a la largo de los últimos seis años.

Con la identificación y la entrega de los restos mortales a las familias, estas pueden poner fin a un tiempo de dolor que parecía no tener fin. Con este acto se alcanza también , la conclusión del luto prohibido. Muchos de ellos podrán públicamente llorar a sus padres, llorar a sus abuelos, sin miedo, sin vergüenza. La emoción abrillantara por fin sus ojos secos.

Recuerdos, imágenes, palabras, sentimientos distantes, sin duda alguna someterán ese día a la memoria, a esa memoria que nunca han perdido, (al igual que la esperanza de que alguna vez pudiesen vivir este día), a una tensión extrema, pues todos ellos serán conscientes de que ha llegado ya el momento de firmar la paz, firmar la paz consigo mismo.

Una paz, que de nuevo traerá aires de dignidad y respeto, de tolerancia y libertad. Sin ira, sin rencor. Sin miedo.

Por fin, podrán dedicar cada día de lo que les quede de vida a memorizar una lección. Una lección que sin duda alguna ellos han protagonizado durante estos tres cuartos de siglo últimos. Una lección que ellos han dado a este país superando viejas deudas pendientes.

Todos ellos se acordarán siempre de este día con orgullo, dando de nuevo otra vez más, las gracias. Manteniendo el llanto, mimando las lágrimas … se acordarán del día que dejaron atrás la tristeza, la incertidumbre y el dolor, para pasar a ocupar un lugar definitivo en la memoria.

Izquierda Unida ha presentado en el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera la iniciativa para que se incoe el expediente preceptivo para nombrar Miembros Honorarios de la Corporación Municipal, a título póstumo, al alcalde José María León Jiménez y los concejales que fueron fusilados durante el Golpe de Estado del 1936.

Para tal efecto se ha convocado un Pleno Extraordinario el próximo día 8 de junio a las 8 de la tarde, con el único punto del Orden del día de la incoación del expediente preceptivo que marca el Reglamento de Honores y Distinciones de Aguilar, y que, además coincidiendo con dicho acto, se celebre una recepción oficial de los restos mortales del alcalde José María León Jiménez, identificados recientemente en las inhumaciones que se está realizando en el Cementerio Municipal por la Asociación AREMEHISA (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera) (Córdoba) , para que presidan dicha Sesión Plenaria, y ser entregados, con la solemnidad requerida al cargo que ocupaba esta persona cuando fue fusilado el día 1 de agosto de 1936, a sus familiares.

De esta forma, se testimoniaría públicamente la legitimidad democrática que amparaba a estas personas como máximos representantes del pueblo de Aguilar de la Frontera, cuando fueron apresados y sacados a la fuerza del Ayuntamiento para ser fusilados. Con ello se pretende dar la máxima dignidad a este acto, en el que, de forma testimonial, el último alcalde republicano de Aguilar volvería a presidir el Salón de Plenos, refrendándose así la legalidad que le asistía como máximo mandatario del pueblo cuando fue despojado de forma violenta del cargo. Con este acto de reconocimiento y reparación Aguilar de la Frontera quiere reponer una página de la historia de Aguilar que fue arrancada y ocultada a la nuevas generaciones.