Se encontraron en una fosa común del cementerio de La Puebla de Cazalla (Sevilla)

Exhumados ocho cuerpos de represaliados de la Guerra Civil

ELPLURAL/ANDALUCIA

Por fin los familiares de los ocho cadáveres de represaliados de la Guerra Civil hallados el pasado martes en una fosa común del cementerio de La Puebla de Cazalla (Sevilla) podrán enterrarse de forma digna y darles el descanso que merecen gracias a las acciones llevadas a cabo por la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía (AMHyJA).
Para Maricarmen España, vecina de Lantejuela y descendiente de una de las víctimas cruelmente asesinadas durante la batalla nacional ha podido hacer realidad uno de sus sueños, exhumar el cuerpo de su familiar para enterrarlo de forma digna.

Pudieron haber sido enterrados por los vecinos
Los trabajos de búsqueda comenzaron el pasado lunes y tan sólo bastó un día para que los técnicos del Grupo Aranzadi hallaran los restos de los ocho cadáveres. Unos estaban colocados de manera ordenada y otros al azar, no arrojados, lo que indica que, o bien se intentó aprovechar al máximo el espacio de la fosa, o que fueron los propios vecinos los que dieron entierro a los cadáveres.

Hallados a 3,5 metros de profundidad
Según explicó el responsable del equipo, Jimi Jiménez, realizaron una honda excavación para llegar hasta los cuerpos, hallados a 3,5 metros de profundidad, cerca de la tapia en el interior del camposanto. No titubearon mucho, ya que partían de unas catas previas en las que se habían obtenido los primeros indicios. A parte de la profundidad, otra dificultad que se encontró es que cerca de la fosa, hay una hilera de nichos construida en los años 80, explicó el responsable.

Más de una fosa
Se constata la existencia de más de una fosa común en este cementerio, cuya apertura demandan hace años los vecinos de La Puebla de Cazalla y de otros municipios de la comarca y sobre la que los testimonios orales y documentales recabados apuntan a que pudiera acoger unas 200 personas fusiladas tras la sublevación militar de 1936, destacó Jiménez.

Objetos personales
Junto a los cuerpos se hallaron una serie de objetos personales como botones, zapatos, hebillas, etc. Sin embargo, no había ninguna muestra de proyectiles o casquillos. Todos estos objetos serán estudiados en laboratorio para desvelar cómo fue el momento de la muerte de sus propietarios.

Trabajo sin plazos
Tras levantar los restos hallados, continuarán las excavaciones que cuyo plazo es indefinido, pues “el tiempo lo marca el terreno y la propia fosa”, aseveró Jiménez. El siguiente paso para conocer lo que realmente sucedió es analizar los cuerpos por antropólogos y forenses, que se realizará a petición de los propios familiares y en la que es fundamental el estudio genético.

Llegar hasta el final
Esa es la intención de Maricarmen España que no pierde detalle de los trabajos realizados en esta fosa en los que espera encontrar el cuerpo de su abuelo, Manuel España Gil, un jornalero apresado y fusilado en 1936. “Es un mezcla de sentimientos, no es precisamente satisfacción lo que siento ahora. Es muy difícil verlos así”, afirmó España.

Grupo Aranzadi
Este prestigioso grupo científico vasco está especializado y cuenta con experiencia en otras comunidades autónomas en trabajos de este tipo. En Andalucía están financiados gracias a una subvención del Ministerio de Presidencia.

El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, asegura que hay unas 179 en Cataluña.

El País/EFE – Barcelona – 25/03/2008

El Gobierno catalán ha aprobado hoy un proyecto de ley, pionero en España, cuya finalidad es promover la señalización y dignificación de las fosas comunes de la Guerra Civil y del franquismo para que no caigan en el olvido, y que delimita las exhumaciones a casos con «indicios» o «pruebas documenales».

El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, ha explicado que actualmente hay unas 179 fosas comunes en Cataluña, más de cien de ellas situadas en cementerios municipales.

La gran mayoría de las fosas reúnen los restos de soldados que murieron durante la Guerra Civil, y se calcula que sólo entre «diez y quince fosas» corresponden a «personal civil fusilado», según ha precisado el consejero, que ha subrayado las diferencias en este sentido entre Cataluña y el resto de España.

«Independencia de las opciones ideológicas»

El proyecto de ley aprobado hoy pretende reconocer la dignidad de las personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura, con independencia de las opciones ideológicas, personales o de conciencia que las hicieron víctimas de la represión.

Asimismo, este proyecto, que será aprobado por el Parlamento catalán después del verano, pretende garantizar el derecho de los familiares a obtener información sobre el destino de sus parientes, a la señalización del lugar del enterramiento y, si corresponde, a la recuperación de sus restos.

En este contexto, sólo se prevé la posibilidad de abrir una fosa si lo piden familiares de los desaparecidos o una institución sin afán de lucro dedicada a la recuperación de la memoria histórica, y para ello la petición debe contar con las pruebas documentales pertinentes.

La exhumación será sufragada por el Gobierno catalán

En último término, la autorización definitiva sobre la exhumación dependerá del Departamento de Relaciones Institucionales, y en caso de ser aprobada será sufragada por el Ejecutivo catalán. Cada exhumación puede costar entre 40.000 y 50.000 euros.

Por otra parte, Saura ha recordado que desde 2003 la Generalitat ha recibido un total de 2.161 solicitudes de personas para conocer dónde murieron y fueron enterrados familiares suyos, y que en trescientos casos ya se han localizado los lugares.

En el caso de que las fosas se hallaran en un terreno particular, el proyecto de ley permite al Gobierno catalán la ocupación temporal durante quince días, pero no la expropiación del mismo.

Cataluña amplía la Ley de Memoria para «dignificar» las fosas comunes del franquismo.

El País/FERRAN BALSELLS – Barcelona – 26/03/2008

Dignidad para los cerca de 9.000 cadáveres sin identificar que reposan hacinados en 179 fosas comunes en Cataluña. La Generalitat aprobó ayer un proyecto de ley «pionero y necesario», según el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, para honrar la memoria de los cuerpos sin nombre enterrados durante la Guerra Civil y el franquismo. Es el primer desarrollo de la ley de la Memoria Histórica, aprobada por el Gobierno el pasado 31 de octubre, que contempla que las Administraciones autonómicas puedan ampliar sus contenidos.

En su versión, la Generalitat despliega un paraguas más holgado en cuanto al papel de la Administración que el previsto por la ley estatal. Ese texto acota la ayuda del Gobierno a la reapertura de fosas con «subvenciones a las entidades sociales que participen en los trabajos». El proyecto catalán contrapone una política de «coste y esfuerzo cero». Los afectados deberán rellenar un formulario, remitirlo a la Generalitat y esperar. La Administración se ocupará, a partir de investigaciones documentales y otros indicios, de la localización, exhumación -si los parientes así lo solicitan- e identificación del cuerpo. «Hablamos del innegable derecho de las personas a saber de sus antepasados. La Generalitat se ocupará de todo», resumió Josep Vendrell, secretario del Departamento de Relaciones Institucionales e impulsor del proyecto.

Para calibrar las distintas solicitudes -el departamento ya acumula más de 2.000, la mayoría sobre soldados muertos en campaña-, el proyecto prevé crear una comisión integrada por representantes de la Generalitat junto a profesionales de prestigio y, prometió Vendrell, «independientes». Serán la bisagra en torno a la cual se articule la ley, que no contempla ninguna distinción entre facciones. «El derecho es el m

Los restos de 8 cadáveres en la fosa común existente en el cementerio de la Puebla de Cazalla ha aparecido en la tarde de hoy.

Para http://www.todoslosnombres.org/ 26.03.2008 / MCE-CGG

Las fosas comunes, o al menos una de ellas, existentes en el cementerio de La Puebla de Cazalla, es la más profunda y complicada, a la que se ha enfrentado hasta ahora la Sociedad de Ciencias Aranzadi -según su responsable Francisco Exchevarria- tanto por la profundidad (3,50 metros) como por su perimetro irregular (aprovecharon una cantera de arena). La dificultad se ve incrementada pues sobre ella se ha construdo, en los años 80, una hilera de nichos.

En estas fosas se preve que puedan existir entre cuarenta y los 150 cadáveres, según los estudios históricos realizados.

más información:

Paqui Maqueda – (AMHyJA) – 657 85 82 57
Mª Carmen España – (familias) – 658 53 87 33

Promueve: Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia / Familiares de Víctimas

Financiación: Ministerio de la Presidencia, Gobierno de España

Colabora: Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla.

Arqueología:

Jimi Jiménez – País Vasco –
Lourdes Herrasti – País Vasco –
Sara Gálvez – Madrid –
Berta Martínez – Madrid –
Marisa Hoyos – Extremadura –
Andrea Alonso – Madrid –
Miguel Lorente – Madrid –
Almudena García-Rubio – Madrid –

Antropología:

Francisco Etxeberria – País Vasco –
Daniela Leiva – Chile –
Luís Ríos – Madrid –

Documentación:

José Mª García Márquez – Andalucía

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INFORMACIÓN SOBRE LA REPRESION EN LA PUEBLA DE CAZALLA:

Haz clic para acceder a ediciond_cazalla.pdf

LAS CARTAS CENSURADAS DE LOS BRIGADISTAS INTERNACIONALES

Durante la Guerra Civil, los 30.000 voluntarios extranjeros que combatieron con los republicanos enviaron 600.000 cartas. Las tenían que entregar abiertas para que un nutrido grupo de censores capaz de leer 40 idiomas las revisara.
El servicio nunca funcionó bien y ni siquiera André Marty, el jefe de las Brigadas Internacionales, recibía su correo a tiempo. Un libro rescata esa fascinante historia.

El Mundo/Magazine/Gonzalo Ugidos/23-03-2008

El 23 de junio de 1938, el brigadista suizo Walter Graber, de la ı3 batería de la Defensa Contra Aeronaves, cayó herido en combate. Pasó seis meses en el hospital de Denia y cuando lo repatriaron a su ciudad de Winterthur, nadie lo esperaba. Lo habían dado por muerto porque les devolvían las cartas con dos marcas violeta: «Partido sin dejar dirección» y «Devolver al remitente». Otro tanto les sucedió a otros miles de voluntarios extranjeros por el pésimo funcionamiento del correo.

Quizá por eso los brigadistas escribían lo justo. El estudioso alemán Ernst L. Heller, autor de La historia y el servicio postal de las Brigadas Internacionales calcula que unas 600.000 cartas y tarjetas postales fueron enviadas por estos voluntarios a sus patrias respectivas. La cifra más probable de brigadistas rondaría los 30.000, por lo que cada uno de ellos remitió un promedio de 20 cartas a lo largo de una estancia media de 20 meses: una al mes. Si demasiadas veces las respuestas no encontraban a su destinatario era porque su paradero cambiaba con el traslado de las fuerzas, con las bajas por lesiones o los cambios de unidad. El sistema postal improvisado para los brigadistas fue casi siempre imperfecto y a veces un desastre.

Creadas en ı936, con base en Albacete, las Brigadas Internacionales, agrupaban a voluntarios infatuados de idealismo, intoxicados de estalinismo o ávidos de epopeya procedentes de 54 países. Churchill los llamó «turistas armados». Tenían familias, amantes, amigos inquietos ante su suerte. Había que darles una dirección para recibir noticias, ánimos, consuelo. Pero también había que tomar precauciones para evitar que a través del correo que salía al exterior –y que estaba, por tanto, sometido al control de la policía y al husmeo del espionaje extranjero– el enemigo pudiera conocer la cuantía y ubicación de las propias fuerzas.

Para asegurar que a cada voluntario le llegaran las cartas donde quiera que se encontrase, la autoridad postal española fijó una dirección convencional con variantes de letras y de cifras, que permitía al departamento postal saber a qué unidades debía enviarse la correspondencia. Cada brigadista debía procurar que el correo a él dirigido ostentase la indicación chambre seguida del número que identifica su adscripción. Por ejemplo chambre 1132, sugiere que el destinatario pertenece a la XI Brigada, tercer batallón, segunda compañía.
Babel en Albacete. Albacete era Babel y había que mantener la torre en pie. Los jefes de los batallones –cada una de las siete brigadas que se crearon estaba formada por tres batallones de unos 650 hombres cada uno– designaron un furriel que se encargara de la estafeta. Diariamente, a las ı0 de la mañana, el Estado Mayor informaba al jefe del Servicio Central de Correo sobre el paradero de cada brigada y el despacho postal previsto para las 24 horas siguientes. Al servicio de correos se adosa un servicio de censura integrado por políglotas capaces de comprender, entre todos, no menos de 40 idiomas.

Cada brigadista daba, pues, las cartas que quería enviar abiertas al furriel del batallón, quien la entregaba al servicio de correos del estado mayor de la brigada. Una vez censurada, toda la correspondencia debía ser enviada a las administraciones principales de Valencia o Barcelona para ser franqueada antes de cursarla a su destino. Los franqueos variaban entre los 30 céntimos y las 4,50 pesetas.

La burocracia censora empleaba a más de un centenar de personas bajo la dirección de un coronel, dos tenientes coroneles y otros oficiales. El jefe del servicio era el yugoslavo Drago Gustincic, profesor de la escuela de cuadros militares de la Komintern. A sus órdenes, decenas de censores se encargaban de revisar documentos en un cafarnaún de lenguas y vigilar que no se escribiera sobre secretos militares y se tuvieran en cuenta la observancia de las consignas políticas.

Todas las cartas o telegramas que hablaban de desorganización o baja moral se retenían. Diariamente entraban en el servicio unas ı.000 cartas y tarjetas postales, pero a finales de enero de ı937 se registró un episodio de estrés grafómano y el tráfico postal aumentó hasta ı.600 piezas diarias: los combates habían disminuido en Madrid y los soldados tenían más tiempo para escribir.

El jefe se quejaba de la falta de efectivos: «Me veo obligado», escribió entonces Gustincic, «a hacer sondeos y hacer pasar una buena parte de la correspondencia sin censurar. Es cosa de extrema seriedad, exijo medidas inmediatas».

La paranoia engordó el servicio y, en septiembre de ı937, una parte se trasladó a la Casa del Pueblo de Godella (Valencia), en donde empezaron a trabajar 35 fisgones. En sus informes se da cuenta de la creciente desmoralización de los soldados, que se quejaban de todo. Muchos acusaban a los censores de quedarse con los paquetes de tabaco. Los batallones checos y eslovacos protestaban por la falta de calzado. Los censores, por su parte, lamentaban que «los camaradas repatriados llevan cartas de los que se quedan para sus familiares de allá y así burlan la censura». O «la irresponsable tendencia a contar con detalle todo cuanto ven de España».

Los brigadistas más cínicos eludían los peligros del frente haciéndose burócratas de la seguridad interna, del departamento médico o del correo. Llegado desde Moscú como comandante de la XI Brigada, el general Kléber se lamentaba de que mientras en el frente sólo tenía unos 350 hombres, en la burocracia había 800. A pesar de eso, o acaso por ello, poner orden en el correo era un quebradero de cabeza. Cuando André Marty, jefe de la troika suprema que comandaba las Brigadas Internacionales, inspeccionó la estafeta, en la casilla de la letra M encontró un montón de cartas y periódicos dirigidos a su nombre. Estaban amontonados allí esperando que el desconocido destinatario los recogiera. Las reglas estrictas de censura, la obsesión por cazar elementos subversivos y el miedo al espionaje fueron la excusa para dejar las cosas como estaban. Las normas prohibían utilizar tarjetas postales ilustradas, hacer referencia a los combates, a la fuerza de las unidades y a su armamento o ubicación, el envío de frutas frescas o de botellas con líquido…

Cuando, a principios de ı937, la República decretó el silencio sobre la existencia de las Brigadas Internacionales –para camuflar el paradero de los brigadistas– su correspondencia dejó de expedirse desde Valencia y se centralizó en París, en la Estafeta 83 de la rue Bleue. Un año más tarde, en la primavera de ı938, las tropas nacionales llegaron al Mediterráneo y el pánico cundió en Albacete. André Marty ordenó evacuar la base, destruir la documentación y replegarse a Barcelona. En los primeros días de abril, 8.000 brigadistas, entre ellos cientos de heridos, fueron transportados en camiones y trenes a Cataluña.

Persecución. La historia de los brigadistas –y de su correo– duraría poco menos de un año más. En febrero de ı939, junto con miles de refugiados civiles, los últimos voluntarios extranjeros cruzaron la frontera con Francia por Le Perthus y Port Bou. Para muchos empezó un verdadero calvario que acabó en los campos de concentración; otros fueron acogidos por la URSS y los más afortunados llegaron a EEUU, pero no les duró mucho el alivio porque durante la caza de brujas de McCarthy sufrieron persecución por haber luchado en España.

Algunos de aquellos que mandaron cartas desde Madrid, el Jarama, Guadalajara, Brunete, Belchite, Teruel, Aragón o el Ebro se convirtieron en personajes relevantes como Willy Brandt, que sería canciller de la Alemania Federal, el intelectual holandés Jef Last, el militar húngaro Kleber, el pintor mexicano Alfaro Siqueiros, Josip Broz Tito, presidente de Yugoslavia, y muchos alemanes que ascendieron a la Nomenklatur de la RDA. El 26 de enero de ı996, el Congreso de los Diputados español concedió la nacionalidad a los brigadistas, cumpliendo así la promesa de Juan Negrín cuando abandonaron España con la salobre quemazón de la derrota.

+ «La historia y el servicio postal de las Brigadas Internacionales» (Lindner Filatélica Ibérica), de Ernst L. Heller, ha sido publicado recientemente.

NUEVAS EXHUMACIONES

marzo 23, 2008

La Sociedad de Ciencias Aranzadi exhuma los restos de un hombre fusilado en Navarrevisca.

El Mundo/ANTONIO GARCÍA/Ávila/20-03-2008

ÁVILA.- La emoción ha presidido en Navarrevisca (Ávila) la exhumación de los restos de Aniano de la Iglesia, fusilado por la Guardia Civil en octubre de 1936 ó 1938, en una finca situada a 1,5 kilómetros del casco urbano de esta localidad de 375 habitantes. Tenía 55 años, cinco hijos de dos matrimonios y era un profesional liberal que fue el primero que llevó el alumbrado público a este pueblo.

Varios nietos, algunos vecinos, el alcalde del municipio y senador, José María Burgos, y Modesta, la hija del tío Julián, uno de los dos empleados que le enterraron en el paraje ‘Majavellana’, tras una larga y dolorosa agonía que duró toda una noche, pese a las peticiones realizadas por De la Iglesia a sus verdugos para que acabaran con su vida lo antes posible.

Los trabajos han sido realizados por un equipo de seis personas, perteneciente a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, del País Vasco, a instancia de la familia de Aniano, del Consistorio de Navarrevisca y de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en la Sierra de Gredos ‘Nuestra Memoria’.

Se trata de la primera ocasión en la que esta Sociedad actúa en la provincia de Ávila, aunque desde el año 2000 ha intervenido en unas 50 fosas repartidas por toda España, de las cuales «el 75%» se encontraban en Castilla y León y de ellas «las más grandes» en la provincia de Burgos, según el profesor de Medicina Forense de la Universidad del País Vasco, Francisco Etxeberria.

El regidor ha comentado que éste fue el único fusilamiento que se produjo en este pequeño pueblo situado 50 kilómetros al sur de Ávila. Su defensa de la II República fue lo que motivó su asesinato según los testimonios.

Para José María Burgos, el acto realizado es de «absoluta justicia» y un «homenaje en toda regla» a la figura de Aniano de la Iglesia, que tendrá en un futuro próximo el reconocimiento de este pueblo, aunque él procedía de Zamora y vivía en Pedro Bernardo (Ávila).

Sus restos fueron encontrados el viernes de la semana pasada en esta finca, a 1,15 metros de profundidad y bajo tres grandes piedras, tal y como habían escuchado algunos vecinos y familiares toda la vida. Fue enterrado por sus empleados, el tío Abel y el tío Julián, junto al tío Faco. Lo hicieron de esta manera para evitar que algún animal pudiese devorar sus restos.
Aunque los trabajos que han culminado se iniciaron a través de una bisnieta de Aniano hace tres años, no fue hasta hace una semana cuando la prospección realizada en la zona con un georadar logró descubrir el punto exacto.

Las prospecciones realizadas han sacado a la luz el cráneo -en la boca tenía un diente de oro-, los fémur y parte del tronco, ya que las características de un terreno muy húmedo han dificultado la conservación de los restos.

Aniano de la Iglesia, descrito por todos como un «hombre bueno», nació en Zamora, aunque vivía en la localidad abulense de Pedro Bernardo, desde donde se trasladaba por la provincia a caballo.
Casado en dos ocasiones y con cinco hijos, era un profesional liberal, «rico y progresista», según uno de los impulsores de la exhumación de sus restos, Jesús Burgos, quien ha comentado que fue el primero que llevó el alumbrado público a las calles de Navarrevisca «a finales de agosto de 1914».
Tenía varias fábricas junto al río Alberche y algunas personas contratadas para atenderlas, si bien él viajaba con periodicidad a la zona para supervisar su funcionamiento y cobrar los recibos.

VIDA Y MUERTE DE UN HOMBRE SENSIBLE

Sus obras teatrales, sus poesías y su historia personal marcaron profundamente a varias generaciones. Aún hoy se discute sobre cómo fueron los últimos días del autor de Bodas de Sangre. El director Oscar Barney Finn presentará en el Teatro Cervantes una versión de Doña Rosita la soltera.

Página/12/Hilda Cabrera/23-02-2005

Para sembrar el terror, la derecha española necesitó una víctima como García Lorca.

Cómo y quiénes asesinaron a Federico García Lorca, a quiénes se fusiló junto al poeta, cuántos manuscritos quedan aún por descubrir o publicar. Las preguntas se amontonan, porque las declaraciones de los supuestos testigos del crimen no coinciden o las investigaciones no son nunca definitivas.

¿Condicionó aquel asesinato el aprecio sobre su obra? En este punto, las ironías de algunos escritores y cineastas fueron demoledoras. Entre los españoles de genio vivo, Luis Buñuel –de quien se dijo que no había logrado autorización de los herederos del poeta para llevar al cine La casa de Bernarda Alba– se burló de términos como “claveles de sangre” y “espuelas de luna”. Lorca era un autor exitoso en la década del ’30, y ya en 1929 se le rendía homenaje en Fuentevaqueros, el pueblo donde nació el 5 de junio de 1898.

Las crónicas de la época destacan su sensibilidad y apego a la tradición popular, incluso en su costado pagano, expresado en los versos de Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías: “Que no hay cáliz que la contenga/ que no hay golondrinas que se la beban”. Apego que no significó desdén por lo experimental: El maleficio de la mariposa (1920), un fracaso teatral.

Luego del episodio en la Huerta de San Vicente –propiedad de familiares en la vega de Granada, de donde unos hombres armados se llevaron al jardinero Gabriel Perea, por “rojo”–, Federico se refugió en la casa de su amigo el poeta Luis Rosales, cuyo hermano José era jefe de la Falange granadina. Esa amistad no lo salvó: Ramón Ruiz Alonso, un ex tipógrafo, y entonces diputado del Partido Demócrata, lo había marcado. Lo arrancaron de la casa con gran despliegue de fuerzas el 16 de agosto de 1936. Respecto de la fecha de su muerte se toma como cierta la del 19 de agosto, en Viznar (Granada), después de un mes de comenzada la Guerra Civil (el 17 de julio) con el levantamiento del general Francisco Franco.

Se cuenta que Lorca proyectaba los montajes de Los sueños de mi prima Aurelia y La casa de Bernarda Alba, y el traslado al cine del mundo del toreo. Buscaba editor para su poemario Suite, escrito entre 1920 y 1923, y el surrealista Poeta en Nueva York. Había iniciado la escritura de una pieza en contra del militarismo y mantenía en carpeta su obra El público, de 1930, pues creía que aún no era momento para darla a conocer. Al dejar Madrid para trasladarse a Granada, en julio de 1936, confió el manuscrito a Rafael Martínez Nadal. El texto fue leído entre amigos, y publicado hacia 1933 en España y Argentina, pero solamente las escenas segunda y quinta. En 1976 reapareció junto a otras obras. Aún hoy sigue siendo una pieza reveladora, porque alude a la homosexualidad y a las tensiones que en el teatro generan oficiantes y público. El director catalán Lluís Pascual realizó una versión junto al actor Alfredo Alcón que fue invitada al célebre Teatro Piccolo, de Milán, y estrenada luego en Madrid.

En el convulsionado 1936 español, Federico había criticado a ciertos sectores de la sociedad granadina, repudiando además la gestión de gobierno de José Antonio Primo de Rivera, fundador en 1933 de Falange Española. El compromiso del poeta fue destacado por el hispanista irlandés Ian Gibson, quien opinó que ejecutando al artista se aterrorizaba a la población granadina. Se sabe: para sembrar terror se necesita este tipo de víctimas. Lorca había apoyado al Frente Popular, pero no aparecía con el ropaje del militante. Era amigo de Fernando de los Ríos, crítico a su vez de las derechas tradicionales. Lo cierto es que, más allá de los sarcasmos de Buñuel y los ataques de orden estilístico, Lorca se había impuesto como artista sagaz en el campo del lenguaje metafórico, y original en el tratamiento de lo mítico y lo barroco, de las contradicciones del amor y de las experiencias de dolor y muerte.

Su ejecución lo convirtió en símbolo de todo aquello que las dictaduras no toleran. El crimen multiplicó los trabajos sobre su persona. Se editaron más libros y se promovieron investigaciones. Aún hoy se esperan inéditos, sobre todo de su juventud. Textos fabuladores quizá, pues –se dijo– Lorca inventaba hechos, gastaba bromas y se reía de los acartonamientos. De todas formas, se ha publicado bastante más sobre esto que sobre su homosexualidad, soslayada por los estudiosos españoles.

La experiencia con el teatro trashumante La Barraca, entre 1932 y 1936, le permitió llevar por toda España obras breves y entremeses clásicos y de su autoría. Las denuncias a personas se sucedían en 1936, y en el caso de Lorca provenían –según Gibson– de miembros de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) cercanos al comandante Guzmán Valdés, gobernador civil desde el mismo día del alzamiento de Granada y jefe provincial de Falange Española. Sobre su muerte hubo distintas versiones. Una de éstas es que fue asesinado por un piquete de guardias que cumplía órdenes de Valdés. Otros dicen que la orden partió del general Queipo del Llano. En ese reparto de responsabilidades algunos sectores intentaron atenuar cargos. Y se editaron libros, como Los últimos días de Federico García Lorca, del periodista granadino Eduardo Molina Fajardo, director de Patria y otros periódicos.

Allí aparece una declaración que el poeta Luis Rosales hiciera al jefe provincial de Falange, intercediendo por Lorca en los días que precedieron a la detención, y la posibilidad de que la ejecución se hubiera producido en la madrugada del 17 de agosto y no en la del 19. En ese texto se alude a un piquete de guardias con orden de fusilar a cuatro. Uno de ellos era Federico, que iba en pijama, y a quien mataron “en el campo de instrucción de las tropas, antes de llegar a la Fuente Grande, a la derecha de la carretera, según se va hacia Alfacar…”. Otro muy diferente es el contenido del certificado de defunción extendido recién en 1940 por el Registro Civil de Granada, donde consta que Lorca murió como consecuencia de “heridas producidas por hecho de guerra”. Los investigadores señalan que Francisco Franco prefería decir que Lorca murió en una riña de gitanos. Así abonado el desprestigio de Lorca, algunos devotos del Generalísimo optaron por hacerse eco de lo publicado por un periodista francés en diciembre de 1956. Su artículo sustentaba que el poeta había muerto durante una riña de homosexuales.

Lo nuevo sobre las razones que motivaron el asesinato lo proporciona el documental Lorca, el mar deja de moverse, que se estrenará a finales de septiembre en España. Basado en investigaciones previas de Ian Gibson, Miguel Caballero y Pilar Góngora, el film (de cien minutos) desarrolla la teoría de que el fusilamiento fue instigado por miembros de las familias ricas de la vega de Granada, donde tenían propiedades los familiares del poeta. El director Emilio Ruiz Barrachina hace foco en las discusiones por el reparto de tierras “compradas a medias”, en la homofobia y las ambiciones políticas de integrantes de la familia Roldán, poderosos de la zona. Especialmente en Juan Luis Trescastros Medina, casado con una prima lejana del padre de Lorca.

ENTREVISTA A DIEGO IGEÑO LUQUE

Concedida a AREMEHISA (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera

Realizada por Rafael Espino Navarro.-

Esta noche se presenta el libro Dictablanda y II Republica en Aguilar de la Frontera 1930-1936.
Es un libro que nos habla de Aguilar, de su historia más reciente. Desconocida hasta hoy. De unos personajes y unos hechos que durante muchísimo tiempo han permanecido ocultos . Gracias a la publicación que hoy nace podremos conocer los avatares de una generación de aguilarenses que contribuyeron de forma muy notable a construir la historia, y el futuro de un pueblo, a pesar de las adversidades y penalidades que tuvieron que afrontar.

El autor de esta magnifica publicación es Diego Igeño Luque, licenciado en Geografía e Historia, archivero del Ayuntamiento de Aguilar, cronista oficial de la ciudad y miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera, quien nos cuenta sus sensaciones sobre el libro que se presenta.

Buenas noche Diego.

– ¿ Como y cuando surgió la idea de trabajar en la realización de este libro?

Mi idea de trabajar sobre la II República se inicia cuando entré a trabajar en el Archivo Municipal, es decir, en 1990. Como resultado de ello, en la Revista de Feria de 1991 ya publiqué un artículo, junto a Segundo Ríos, sobre el tema titulado La Segunda República en Aguilar. Nacimiento y Primeros Pasos. En esos años, también presentamos un par de comunicaciones a las Terceras Jornadas Niceto Alcalá Zamora, celebradas en Priego de Córdoba y celebramos diversas conferencias en la localidad dando a conocer los resultados de nuestra investigación. Luego, por distintas razones, archivé todo el material y me dediqué a otros temas (aunque sin abandonar nunca el interés y el estudio sobre la II República). Fue hace tres años cuando me planteé retomar el estudio de la época y la necesidad de publicar una monografía. La avalancha informativa recogida sobre la Dictablanda y el descubrimiento de esa coyuntura plena de acontecimientos e interés modificó mi idea original y el libro acabó convirtiéndose en un estudio de los dos períodos.

– ¿ Cual es la aportación fundamental del libro a la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar ?

Creo que deben ser otras las personas que juzguen esa aportación. En cualquier caso, sí pienso que el hecho de poner sobre la mesa la historia de aquellos años, el dar a conocer a los aguilarenses los nombres de las personas que tuvieron protagonismo, las estructuras políticas y sindicales, etc. contribuyen a que esa memoria adormecida se despierte.

– ¿ Por que esa atracción confesada del autor hacia la II Republica?

Mi devoción como historiador no es sólo hacia la II República sino hacia toda la etapa contemporánea de la Historia de España, fundamentalmente desde el Sexenio Revolucionario. Incluye, por tanto, Restauración, Dictadura de Primo de Rivera, Franquismo y Transición. También es cierto que me atrae fundamentalmente lo que se refiere a la historia política y social. Por ello, la II República, donde se vivió un nivel de articulación política y social sin parangón en nuestra historia llamó siempre mi atención. Otra cosa es mi devoción personal hacia el período, sustentada en diversos parámetros, el primero y fundamental entender que la República es el régimen más democrático con que puede dotarse un pueblo.

– ¿ Que contribución hizo la época que se describe a la libertad que hoy disfrutamos ?

El gran triunfo de los que lucharon por defender la II República es que la España que hoy existe se parece mucho a la que ellos soñaron hace casi ochenta años, esa ha sido su gran victoria. Pienso, efectivamente, que durante la II República se pusieron los cimientos de la España actual: un Estado de derecho, con una estructura de partidos en la que los ciudadanos y ciudadanas deciden quiénes deben gobernarnos, con una clara separación de poderes, con igualdad jurídica de todos los que en ella viven, en el que la educación tiene un protagonismo decisivo. Pero si me apuras, en aquellos años se dieron algunos pasos que hoy todavía no se han emprendido como, por ejemplo, una clara apuesta por los valores laicos en la sociedad y el atreverse a acometer algunas reformas estructurales básicas en la nación.

– ¿ A tu juicio existe actualmente algún paralelismo valido o común entre la sociedad de los años 30 y la actual?

A pesar de lo que los agoreros quieran decir (hay muchos que se empeñan en afirmar que estamos viviendo la misma situación previa al inicio de la guerra civil y que la consecuencia lógica será el estallido de un nuevo conflicto), son dos mundos totalmente distintos. Sólo las estructuras políticas pueden, en parte, asemejarse. Pero las estructuras económicas y sociales son radicalmente distintas, así como el contexto internacional, las mentalidades, etc.

– ¿ Historiador y archivero o archivero e historiador, cual es tu orden preferido? ¿ Y en que medida ambos trabajos se han complementado en tu trabajo?

Mi formación y mi primera devoción fue la Historia. Fue la opción por la que me decanté cuando decidí realizar estudios universitarios (aunque tenía otras: Lengua y Literatura y Periodismo), a sabiendas de que era un mundo con pocas o nulas expectativas de futuro. Cuando estudiaba en la Universidad de Córdoba mis contactos con el mundo de los archivos fueron casi nulos. Recuerdo que solamente en una asignatura, Historia Moderna, el profesor José Manuel de Bernardo nos desplazó en repetidas ocasiones al Municipal de Córdoba para sumergirnos en los legajos que allí se conservaban. Más tarde cuando inicié mi andadura profesional en el Archivo Municipal de Aguilar de la Frontera descubrí un mundo apasionante, tanto desde el punto de vista del historiador (es un lujo poder “manipular” diariamente el documento, uno de los pilares fundamentales sobre el que se sustenta la investigación histórica) como desde el laboral ya que me encontré con la apasionante labor de tratar de organizar un fondo documental con cientos de miles de documentos. Andando el tiempo, ha sido tal mi implicación con el mundo de la archivística (a pesar de algunos sinsabores debidos a la incomprensión del status profesional del archivero por parte de algunas mentes estrechas) y tan inherente con mi condición de historiador que no podría diferenciar ni priorizar una labor sobre otra.

– ¿ De todas las fotos publicadas en el libro ¿Cuál es tu favorita? ¿Por qué?

Es imposible quedarme con una sola. Aparecen publicadas ochenta fotografías (una vez más tengo que dar las gracias a todas las personas que han contribuido a ello) y todas son interesantes. Pero, en todo caso, me voy a mojar señalando alguna. Por razones familiares la de José Cecilia Córdoba y la de Manuel Luque Albalá, ambos miembros del Partido Republicano Radical. Por su interés, todas aquellas en las que se recoge algún acto (grupos, entrega de la bandera a la guardia civil, Lerroux en La Rambla). Y por mi fascinación por los personajes, la de Antonio Cabello que aparece en la página 247 y la de Antonio Prieto de la página 56.

Un capítulo aparte merece, sin embargo, destacar todas aquellas fotografías que no aparecen en el libro. De personajes como Manuel Palma, José María Ciria, Antonio Romero Jarabo y tantos otros que tuvieron un destacado protagonismo en la época, de actos y acontecimientos (visitas de los Gobernadores Civiles, manifestaciones, elecciones), de militantes comunistas, etc. Por eso, aprovecho una vez más esta oportunidad que se me brinda, para pedir a los aguilarenses (a todos los lectores en general) su colaboración para seguir ampliando el catálogo fotográfico de la época.

– ¿ Qué personaje o personajes de los que aparecen en el, seria el más desconocido para gran parte de los lectores?

Todos, absolutamente todos. Hasta el momento presente solamente Leoncio Mejías, José María León, Estrada… podrían ser conocidos (los tres cuentan con una calle). El resto es desconocido por la mayoría de la población. Y quiero que los aguilarenses conozcan la labor ilusionada que realizaron aquellos políticos que protagonizaron nuestra vida local. Los que provenían del republicanismo, hombres honrados y sinceramente vinculados al ideal como José Jiménez, Miguel Leiva, Andrés Alberca, Francisco Jarabo Roldán, los que venían del movimiento obrero, en definitiva los que apostaron por darle un vuelco a la situación del país.

– ¿ Para ti qué ha sido lo mas gratificante y lo más complicado de todo el trabajo realizado?

Han sido muchísimos los momentos gratificantes: la propia investigación (con el descubrimiento de un manantial inagotable de noticias en la prensa cordobesa), el apoyo y los consejos de algunos amigos como Antonio Barragán, Pepe Galisteo y Segundo Ríos, el resultado final, el día de la presentación… en fin, prácticamente todo. Lo más complicado, sin duda, el darle forma, orden, al todo el material que había recogido, lo que me ha obligado a escribir y rescribir continuamente los textos.

– ¿ Cuánto tiempo has invertido en su realización?

Empecé a redactar textos hace aproximadamente un año. El trabajo previo de documentación y lectura de bibliografía me lleva al 2005, aunque como ya dije al principio, los primeros pasos en la investigación del período se remontan al lejano 1990.

– ¿ Estas conforme con el resultado final ?

Estoy muy satisfecho con algunas cosas, de otras no tanto. Pero no se le pueden dar demasiadas vueltas al asunto. Lo que sí tengo claro es que desde el momento en que el libro vio la luz, ya estaba pensando en la realización de una nueva edición corregida y aumentada.

– ¿ Esperabas una reacción tan favorable por parte del publico?

No esperaba que el día de la presentación asistiera tantísima gente. En este sentido, debo manifestarme como absolutamente satisfecho. En todo caso, ahora lo que espero es que el libro se lea, que se reflexione sobre él y, sobre todo, que los lectores me ayuden a corregir las lagunas existentes. Para ello, es fundamental, por ejemplo, el testimonio de los descendientes de todos aquellos que gozaron de protagonismo en la época.

– ¿ Cuáles son ahora tus proyectos de futuro?

Bien sabes que nuestra intención es que los aguilarenses conozcan y valoren la aportación hecha por nuestros padres y abuelos a la creación de la España en la que actualmente vivimos. Por ello, es nuestro deber hacer que se conozca quiénes fueron esos aguilarenses, cómo fue el pueblo y la España que les tocó vivir, por qué algunos de ellos vieron segada su vida en las tapias del cementerio. Aunque sé que muchas personas piensan que hacerlo es reabrir viejas heridas, pienso que este país, democrático y moderno, no verá restaurada su dignidad hasta que el nombre de todos sus hijos e hijas, aquellos que lucharon por la libertad, sea sacado del olvido y recojan el agradecimiento de las generaciones futuras.

Muchas gracias Diego, y mucha suerte.

MEMORIA HISTÓRICA. ANDALUCÍA SUBVENCIONÓ 287 PROYECTOS PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA ENTRE 2004 Y 2008

SERVIMEDIA

Se han encontrado más de 600 fosas comunes

MADRID/SEVILLA, 14-MAR-2008

La Consejería andaluza de Justicia y Administración Pública subvencionó durante la pasada legislatura con 1,7 millones de euros 287 proyectos para la recuperación de la memoria histórica en Andalucía, una iniciativa con la que se pretende el reconocimiento institucional y social de las personas desaparecidas durante la Guerra Civil española y la Posguerra, según informó hoy la Junta.

Las actividades apoyadas por la Junta de Andalucía, entre las que se encuentran el levantamiento de monolitos conmemorativos, la edición de publicaciones y la organización de jornadas de estudio, fueron desarrolladas por ayuntamientos y entidades sin ánimo de lucro.

Asimismo, la Administración autonómica, en colaboración con las universidades públicas andaluzas y diversas asociaciones, comenzó en 2005 el proyecto Mapa de Fosas de Andalucía, un trabajo consistente en la realización de investigaciones y estudios para localizar los lugares en los que existen fosas con víctimas de la Guerra Civil y la Posguerra.

Desde entonces se han encontrado ya más de 600 fosas comunes en el territorio andaluz. Las instituciones académicas se encargan de homogeneizar y constatar científicamente los resultados de las investigaciones. La realización de este mapa ha sido subvencionada con 440.000 euros.

Andalucía es la primera comunidad autónoma de España que ha asumido legalmente el compromiso de recuperar la memoria histórica mediante un decreto aprobado por el Consejo de Gobierno en diciembre de 2003.

En la convocatoria de subvenciones para el presente año, la Consejería de Justicia ha incluido a las universidades entre las entidades que, junto a los ayuntamientos y organizaciones sin ánimo de lucro, pueden beneficiarse de las ayudas públicas para el desarrollo de proyectos relacionados con la memoria histórica.

AREMEHISA, se suma solidariamente a la labor de busqueda de Angeles Zurera Cañadillas.

Organizan una manifestación solidaria con Ángeles Zurera para el sábado

JESÚS PRIETO

AGUILAR. El Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera ha convocado para mañana, sábado, una manifestación en solidaridad con la familia de Ángeles Zurera, la mujer de 42 años que lleva desaparecida desde el día 2 de marzo. La marcha partirá a las siete de la tarde de la plaza octogonal de San José y discurrirá hasta el Llano de las Coronadas.

El Consistorio quiere, así, expresar su apoyo tanto a la familia como a la propia Ángeles, de la que se sigue sin tener ninguna pista doce días después de su desaparición.

La Guardia Civil continúa, mientras tanto, las pesquisas para tratar de dar con su paradero. Las búsquedas masivas para localizarla se suspendieron el pasado martes y han resultado infructuosas después de peinar todo el término municipal aguilarense. La población sigue consternada por este extraño suceso y prestando toda la colaboración que se le reclama.

Ángeles, que está separada desde hace unos meses, desapareció de su casa después de decir a uno de sus hijos que salía un momento a la calle para volver en seguida.

MICOBIOGRAFIA DE ANTONIO JOSÉ LUQUE CUENCA

Autor: Rafael Espino Navarro

Antonio José Luque Cuenca nació en Aguilar de la Frontera el día 6 de septiembre de 1881.Antonio José nació en el seno de una familia campesina, siendo esta actividad a la que dedicaría su vida , compaginándola también con un protagonismo activo en la vida política. De profesión jornalero, Antonio José influenciado por sus padres Agustín Luque y Dolores Cuenca contó con la escasa oportunidad en aquellos tiempos de aprender a leer y escribir. Este aprendizaje condicionaría el resto de su vida, y con el paso del tiempo se convirtió en una fervorosa afición por la lectura y el conocimiento de las ideas socialistas.
Contrajo matrimonio con Ramona Pino Onieva, fijando su domicilio en la calle Altozano, número 52. De este matrimonio nacerían cinco hijos Carmen, Antonio, Francisca, Rafael y Francisco.
Los años de su juventud y adolescencia marcados por un tiempo convulso y revuelto para el campesinado de Aguilar, unido a los años marcados por la explotación, el hambre y la injusticia, crearon en Antonio José un carácter solidario y una personalidad siempre puesta al servicio de los más desfavorecidos.
Estas circunstancias le llevarían a ingresar muy pronto en el Partido Socialista Obrero Español, siendo a la altura del año 1913, cuando se materializa la unidad del moviendo obrero socialista en la localidad con la fundación de la “Agrupación socialista local”, en la que Antonio José Luque Cuenca, mantiene un protagonismo decisivo en su fundación, junto a otros hombres históricos del socialismo aguilarense: Antonio Cabezas Jiménez a/“Cabecitas”, José Maria León Jiménez,Eduardo Varo Pino, Eustaquio Josende, Mariano Navarro, Antonio García Márquez a/“el niño de la jeta” y Antonio Cabello Almeda.
Desde su creación Antonio José. mantuvo una militancia sin condicionante, y una absoluta y total entrega a los ideales socialistas, de igualdad y justicia, participando activamente en la vida política de la agrupación local.
Los años siguientes fueron años de una gran actividad política y de acciones coyunturales básicas para el movimiento social llevado a cabo en Aguilar de la Frontera durante los años del trienio bolchevique (1918/1920), y la dictadura de Primo de Rivera ( 1923/1930), la dicta blanda del general Berenguer hasta la llegada de la II República en abril de 1931.
Antonio José participó en todas y cada una de las acciones políticas de esa época, desde la agrupación socialista, hasta conseguir tras la caída de Primo de Rivera, ser nombrado concejal del la corporación configurada el día 26 de febrero de 1930,por el Partido Socialista Obrero, junto a Rafael Aparicio de Arcos, Eduardo Varo Pino , Antonio Luque Jiménez a/“jaramago” y José Maria León.
Antonio José Luque Cuenca, mantendría la lucha política junto a su agrupación hasta alcanzar que su amigo y compañero José Maria León Jiménez tomara posesión de la alcaldía el día 30 de julio de 1931, comenzando así el primer mandato socialista en la historia de Aguilar de la Frontera.
A lo largo de la II Republica y durante los años de alcaldía socialista, Antonio José, trabajara en el Ayuntamiento de Aguilar, como empleado municipal, compaginando este empleo con su trayectoria política, hasta que a raíz de los sucesos de octubre de 1934, se aprueba la suspensión de los concejales socialistas y republicanos de izquierdas, se clausura la casa del pueblo y se inicia una depuración en el Ayuntamiento, que afecta a concejales y empleados.
El día 12 de octubre de 1934, se destituye a José Maria León de su cargo de alcalde , tras recibir una comunicación del Gobernador Civil, José Gardoquí, junto a los concejales socialistas y republicanos, nombrándose alcalde al radical Miguel Leiva Jiménez. La primera actuación de la nueva corporación será la destitución de un gran número de empleados municipales, (fueron expedientados más de cuarenta trabajadores) nombrando a otros mas afectos a la nueva situación política, entre ellos se encuentra Antonio José Luque.
Desde Octubre del 34 hasta febrero del 36, se sucederán una amplia variedad de gobiernos, hasta la victoria del Frente Popular en febrero de 1936. La situación a lo largo de estos meses, se tornará critica, las derechas niegan sistemáticamente el dialogo a las izquierdas, a la par que la falange ya habla de guerra civil.
Tras las elecciones de febrero de 1932, que darán la victoria al Frente Popular en Aguilar (4250 votos frente a 1900 de las derechas), todos los cargos suspendidos en 1934, serán reintegrados nuevamente a sus puestos.
La victoria masiva del Frene Popular hizo que las derechas se aprestasen a derribar el orden constitucional republicano por la violencia de las armas.
El golpe militar del 18 julio de 1936, fue inminente, en Aguilar de la Frontera, la situación fue inestable durante dos días. El 19 de julio de 1936, el teniente de la Guardia Civil, Sebastián Carmona y Pérez de Vera proclama el bando de guerra y el día 20 toma posesión del Ayuntamiento.
El día 27 de julio la autoridad militar competente de Córdoba nombra alcalde-presidente de la Comisión Gestora de Aguilar, al general retirado de la armada José Carrillo Carmona.
A partir de este día todos los dirigentes políticos, obreros, campesinos y lideres sindicales que tuvieron responsabilidades y defendieron la Republica serán perseguidos, detenidos y fusilados.
Pocos escaparon a la muerte durante la represión caliente de los primeros meses del golpe militar.
Antonio José Luque Cuenca, tras ver la situación de los primeros días y tener la certeza de que le buscaban, busco refugio en un pozo, donde permaneció oculto varios días.

“…el esta oculto, en un pozo en la calle Altozano, venían todos los días la guardia civil a buscarlo, lo buscaban y no lo encontraban.”
Ante el temor de que lo encontraran, huyo al campo a una casilla en los Arenales, cerca de Puente Genil.
Tras varios días escondido, y por no poner en peligro a nadie, se fue, se fue al campo solo y ya no volvimos a verlo. Cogió el camino de Puente Genil. Mi madre, tiro detrás de él, pero no lo encontró, no sabemos cuando ni como lo cogieron, alguien nos dijo que lo cogieron el camino. Mi madre decía que había sentido tiros y que a él no le había dado tiempo a llegar a Puente Genil…

… la entrada a Puente Genil, esta toda lleva de cadáveres, a un lado y otro de la carretera“.

Antonio José Luque Cuenca intentó llegar a Puente Genil, desde los Arenales, en los primeros días de Agosto de 1936, (posiblemente no tuviese noticias de que Puente Genil había sido tomada por el comandante Castejon el día 1 de Agosto). Durante los siguientes días a la toma de Puente Genil, se organizaban partidas a caballo para encontrar a los que escaparon al asalto.

” …llegaban a caballo, los hombres escuchaban los cascos desde lejos, y corrían a esconderse. Buscaban en todos, sitios, nos hacían salir de la casa a todos. Pero eran tan estúpidos, no encontraban a los hombres escondijos en lo alto de los árboles”.

Muy posiblemente, fuese detenido a campo abierto y ejecutado en el acto. De no ser así, hubo de correr la misma suerte a su llegada a Puente Genil.
El día 5 de agosto de 1936, Antonio José Luque Cuenca, fue fusilado, contaba 55 años. Ejecutado, sin sentencia, sin defensa, sin razón, dejando viuda y cinco hijos huérfanos, que jamás supieron el porque.
Su muerte fue incrita en el Registro Civil de Aguilar de la Frontera, fuera del plazo legal para efectuarla, el día 28 de marzo de 1945, en virtud de un expediente tramitado en el Juzgado de Instrucción de esa localidad. En ese documento se hace constar que Antonio José , “murió a consecuencia de haberle sido aplicada la Ley de Guerra con motivo de la pasada Guerra Civil.”
Tras su muerte, en los meses finales del año 36, Antonio José Luque Cuenca fue expedientado por la Comisión de Incautación de Bienes y algún tiempo después(cuando se aprobó la Ley de Responsabilidades Políticas) sancionado en el Juzgado Provincial de Responsabilidades Políticas de Córdoba.
Algunos años, mas tarde, su esposa moriría, no sin antes sufrir y conocer la represión personal y administrativa que la justicia del nuevo Estado surgido del golpe de 18 de Julio de 1936, les tenia preparada.

A través de esta micro biografía AREMEHISA (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera), pretende aportar a la historiografía local una fuente importante para el estudio de los movimientos sociales que se dieron en Aguilar a finales del siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX.
Al mismo tiempo se pretende sacar a la luz pública y efectuar un acto de reconocimiento a la vida de este aguilarense, un histórico de la acción obrera y del movimiento socialista en Aguilar de la Frontera.
Antonio José Luque Cuenca,fue uno de los más destacados y veteranos dirigentes políticos del partido socialista en Aguilar, constituyó un ejemplo de honestidad y fidelidad a una causa y a unas ideas. Mantuvo durante toda su vida un compromiso firme por trabajar en la mejora económica y social de las clases modestas más desfavorecidas. al mismo tiempo que infundió la idea de reivindicar para ellos la igualdad, la educación y la cultura.