Adamuz busca la fosa de los últimos maquis de Córdoba
ALFONSO ALBA | 28 de julio de 2013 http://www.cordopolis.es

A partir del 10 de agosto se inciarán los trabajos para ver si los restos de casi medio centenar de fusilados entre 1943 y 1949 siguen en el cementerio adamuceño

En la fosa común del cementerio de Adamuz, al fondo del todo, se sepultó entre 1943 y 1949 a la que está considerada como la última partida de maquis en la provincia de Córdoba: la conocida partida de Romera. En esos seis años, se enterraron en el camposanto adamuceño los cadáveres de entre 43 y 44 personas. Muchos eran guerrilleros de Sierra Morena que seguían luchando por un régimen que ya no existía. Otros, bastantes también, eran simples enlaces de los guerrilleros. Algunos, incluso, no tenían nada que ver con ellos.
El 10 de agosto, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Aremehisa) se traslada hasta Adamuz. Dispone ya del permiso del Ayuntamiento de Adamuz y las distintas administraciones para investigar en Adamuz exactamente qué pasó con los fallecidos en esta fosa común y, sobre todo, si siguen allí enterrados. El portavoz de Aremehisa, Rafael Espino, explica que lo primero que se hará, precisamente, es saber si los huesos siguen en el cementerio de Adamuz. Disponen de un croquis y del testimonio, contradictorio muchas ocasiones, del sepulturero de la época.
También trabajan con un temor: a mediados de los 80 se metió una gran canalización de agua por el cementerio de Adamuz, próxima o sobre la fosa común. Las tuberías tienen un grosor de un metro y Aremehisa quiere saber si su construcción sacó los huesos y donde los trasladó, si no los sacó, si quedaron arriba o quedaron abajo. Por eso, lo primero que harán el 10 de agosto será excavar una cata de dos metros por dos metros por dos metros. El objetivo: saber si los cuerpos de los últimos guerrilleros de la provincia siguen ahí.
Para esta primera cata, Aremehisa ha tirado, como siempre, del voluntariado. A través de una pequeña llamada en su web, la asociación para la recuperación de la memoria histórica ha recibido correos electrónicos y llamadas de media España. “Se han apuntado gente de Toledo, de Ávila, de Cáceres, de Almería, de Murcia…”, enumera. Estos voluntarios trabajarán en la cata durante tres días. En el caso de que la excavación arroje resultados positivos y determine que se puede seguir buscando a los guerrilleros en el cementerio de Adamuz, Aremehisa pedirá los permisos correspondientes para abrir toda la fosa común. Entonces será un trabajo más complejo en el que probablemente necesitará la ayuda del georradar, tal y como hizo en la excavación de las docenas de fusilados en el cementerio de Aguilar de la Frontera.
La operación de Adamuz es fruto del trabajo de dos de los familiares de los que supuestamente están allí enterrados. Sus nombres son Araceli Pena Sanz de Girona y Guadalupe Martín Gómez residente en Cordoba, nietas respectivamente de Alfonso Sanz Martín nacido en Trevelez, (Granada) y muerto en una emboscada de la Guardia Civil en la sierra de Adamuz el 24 de agosto de 1947 y de Antonio Gómez Soto muerto en el arroyo Tamujoso de Adamuz el 3 de setiembre de 1948. Estas dos mujeres se han unido desde hace algo más de un año en una lucha por saber dónde están los restos de sus antepasados. Han acudido a archivos militares y civiles, han buscado en el Ayuntamiento de Adamuz y han trabajado con el Foro por la Memoria y Aremehisa, que es quien finalmente hará el trabajo de campo.
Guadalupe Martín Gómez inició su lucha después de muriera su madre, con la que desde el año 2003 venía pidiendo justicia para la memoria de su abuelo. A través de distintos artículos en prensa, solicitaba la colaboración de las administraciones en esta búsqueda que ya no podrá ver su madre. Las dos, en un reportaje publicado en Diario Córdoba en el año 2003, denunciaban que su padre y abuelo fue víctima de una injusticia. Un cuñado de Antonio Gómez Soto era maquis. Un día, mientras Antonio cuidaba el ganado en los montes de Adamuz, su cuñado, perseguido por la Guardia Civil, le pidió que no le identificara. Cuando los agentes descubrieron su coartada lo detuvieron en Adamuz durante un mes. Fue liberado y se trasladó con su familia a Córdoba para trabajar en una finca de Alcolea. Allí fue detenido en 1948 y a los pocos días fusilado. Ni su mujer ni sus hijos lo supieron hasta meses después. Margarita, la madre de Guadalupe, sospechaba que su padre fue ejecutado por un ajuste de cuentas.
Estas dos mujeres, en su ingente trabajo documental, apoyados por el profesor Antonio Ortiz, han identificado a gran parte de los fusilados que supuestamente reposan en la fosa común de Adamuz y han llegado a recopilar sus historias. Estas son:

LOS FUSILADOS EN ADAMUZ IDENTIFICADOS:

BARRIOS HERRUZO, Justo “Julio de Obejo”. Comunista, nació en Obejo (Córdoba) el 7 de noviembre de 1916. Campesino. Hermano de Eusebio Barrios. Ingresó en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) en agosto de 1937 y en el PCE en mayo de 1940 en Salsigue (Aude, Francia). Durante la guerra del 36 fue soldado en la 68ª Brigada del Ejército Popular de la República. Exiliado, fue miembro de un grupo guerrillero francés desde septiembre a octubre de 1943. El 1 de noviembre de 1944 se incorporó a la 11ª Brigada de la 204ª División de la Agrupación de Guerrilleros Españoles. Miembro del grupo de guerrilleros “Andalucía III”, enviado por el PCE a España en 1945 al mando de Antonio Crespo. Miembro de la 32ª División de la 3ª Agrupación Guerrillera de Córdoba, al mando de Claudio Romera “Romera”. Según el profesor Francisco Moreno Gómez, el comandante Machado, de Villanueva, tuvo conocimiento, por confidencias de José “Chunga” de una reunión que iban a celebrar los hombres de “Romera” en los montes de Adamuz (Córdoba), en la noche del 20 al 21 de agosto de 1947. Tras organizar una emboscada o apostadero en la falda del cerro Los Calastros, entre las fincas Los Remochos y Los Castaños, fue abatido Justo Barrios “Julio de Obejo”, integrante de la guerrilla de Rafael “Lindo”. Aguado señala como guerrillero muerto en la emboscada al llamado “Rubio el de Obejo”. Según Francisco Moreno: “Justo se había incorporado a la sierra un año antes, después que visitó a un hermano exiliado en Francia y regresó muy motivado políticamente”.
BLANCAS PINO, Francisco “Veneno”. Comunista, nació en Adamuz (Córdoba) el 30 de noviembre de 1919. Hijo de Francisco Blancas Vallejo y de Dolores Pino Redondo, jornaleros. Uno de sus hermanos murió en la guerra y el otro, al terminar ésta, encarcelado y condenado a muerte. Su madre tuvo que irse de Adamuz, viviendo clandestinamente hasta su muerte. Según Alfonso Domingo: “Cuando acabó la Guerra Civil [Veneno] fue hecho prisionero en Barcelona; desde allí le trajeron a su provincia natal, donde fue condenado el 20 de enero de 1940 a la pena de muerte. Conmutada la pena, pasó por muchas prisiones: Pamplona, Burgos, Astorga, Santiago de Compostela. Trabajó asimismo como prisionero en el Alcázar de Toledo. Su suerte comenzó a cambiar cuando le trasladaron a la colonia penitenciaria de Talavera de la Reina. Allí tenían que construir un canal en el río Alberche, dentro de los planes de regadío de las cuencas de ese río y del Tajo. Una noche se fugó con otros dos penados y huyeron a la sierra”. Tras su evasión de la Colonia Penitenciaria de Talavera de la Reina (Toledo), el 18 de octubre de 1944, junto a Gerardo Donato “Tito” y Ambrosio Fernández “Romero”, estuvo al frente de un grupo en Ciudad Real, formado por destacados guerrilleros cacereños como Aurelio Rodríguez “Viriato” y Lorenzo Toribio “Parachuta”. A finales de octubre de 1944 llegó a la zona de Castañar de Ibor (Cáceres), incorporándose tras su constitución a la 13ª División de la Agrupación Guerrillera de Extremadura, al mando de Joaquín Ventas “Chaquetalarga”, como jefe de guerrilla. Se movían por el sur de Cáceres, entre Ciudad Real y Badajoz. Según Benito Díaz: En la primavera de 1946, “Chaquetalarga” licenció al grueso de sus hombres, buscando como único horizonte la huida a Francia. Dadas las circunstancias, Cáceres y Toledo se consideraban “quemadas”, “Veneno” dejó Cáceres, integrándose en la Agrupación Guerrillera de Ciudad Real, donde dirigió la 2ª guerrilla de la 23ª División. Le acompañaban Lorenzo Toribio “Parachuta”, Esteban Navas “Peñas Negras”, Miguel Barba “Jesús”, Atanasio Herrera “Chato”, José Cardoso “Terremoto” y Manuel Hidalgo “Palmero”. Más tarde se incorporaron Bonifacio García “Hijo del Eléctrico” y Aurelio Rodríguez “Viriato”, mientras que “Terremoto” se fue con Manuel Camacho “Recoba”. Al principio, dotaron a sus actuaciones de un fuerte contenido político, como la voladura, en las proximidades de Ciudad Real, de la línea férrea Madrid-Badajoz el 2 de enero de 1947, o la muerte del secretario local del Ayuntamiento de Poblete (Ciudad Real). Luego su actividad se redujo a los pequeños robos y a los secuestros, sin faltar las muertes, como las de tres personas, el 16 de abril de 1947, en la finca Hornias. Tras la detención de Dionisio Castellanos “Palomo”, jefe de la Agrupación, y la colaboración de varios de sus dirigentes con las fuerzas represoras, la guerrilla de “Veneno” llevará una vida independiente, confundiéndose a veces sus acciones con las del grupo liderado por Eugenio Herrera “Cuquillo”. Su radio de acción se centró en las provincias de Toledo, Ciudad Real, Cáceres y Badajoz. Confeccionaban propaganda política con una máquina de escribir que un enlace les compró en Madrid. Tenían dos sellos de madera, uno con la palabra El Guerrillero y otro con Lucha y El Comité, con la hoz y el martillo. Con las muertes de “Manco de Agudo”, “Comandante Honorio” y “Parrala”, Blancas Pino “Veneno” se quedó sólo en la zona Centro, con cuatro hombres más, decidiendo “pegarse al terreno”. Se ocultó en Cañamero (Cáceres), aunque de vez en cuando hizo alguna incursión por los Montes de Toledo y Ciudad Real. Según testimonio de Raimundo Gómez “Regeles” (DÍAZ, Benito, 2001, 289), en los primeros años de la década de los cincuenta proporcionó, por indicación del PCE, víveres, propaganda, municiones y explosivos a la guerrilla de “Veneno”.[1] El 5 de junio de 1952 secuestraron a Francisco Acevedo en Los Navalucillos, obteniendo 30.000 pesetas de rescate. El 23 de abril de 1953 fue herido durante un atraco en la finca Casa Salinas, término de Piedrabuena (Ciudad Real). Como los huesos de varios dedos se le habían quedado sin carne, “Parachuta” se los cortó con una tenacilla, sin anestesia. A mediados de 1954 se entregó “Peñas Negras”. A pesar de sus confidencias, la guardia civil no tuvo éxito en su intento de capturar o eliminar a los componentes de la partida liderada por “Veneno”, que encontraron refugio en la casa de unos familiares que “Viriato” tenía en Valencia de Alía (Cáceres). En mayo de 1955, cuando vieron que el cerco de las fuerzas de orden público había perdido intensidad, los cuatro integrantes de la partida –Francisco Blanca “Veneno”, Bonifacio García “Hijo del Eléctrico”, Lorenzo Toribio “Parachuta” y Aurelio Rodríguez “Viriato”- iniciaron el viaje que les llevaría a Francia. Según Benito Díaz, tras presentarse a los gendarmes franceses fueron llevados a Bayona y entregados a las autoridades militares, quienes les pusieron en la disyuntiva de enrolarse en la Legión o ser entregados a las autoridades franquistas. “Parachuta” aceptó alistarse, siendo destinado a Argelia. Los otros, después de muchos esfuerzos, consiguieron quedarse. A “Veneno” lo consideraron de baja por faltarle dos dedos de una mano y estuvo a punto de ser enviado a España. Tras permanecer retenido en un hotel durante 25 días, fue puesto en libertad con la condición de no residir en provincias que limitasen con la frontera española, encontrando un trabajo en el Ayuntamiento de Nancy.
BLANCAS PINO, Francisco “Veneno”. Comunista, nació en Adamuz (Córdoba) el 30 de noviembre de 1919. Hijo de Francisco Blancas Vallejo y de Dolores Pino Redondo, jornaleros. Uno de sus hermanos murió en la guerra y el otro, al terminar ésta, encarcelado y condenado a muerte. Su madre tuvo que irse de Adamuz, viviendo clandestinamente hasta su muerte. Según Alfonso Domingo: “Cuando acabó la Guerra Civil [Veneno] fue hecho prisionero en Barcelona; desde allí le trajeron a su provincia natal, donde fue condenado el 20 de enero de 1940 a la pena de muerte. Conmutada la pena, pasó por muchas prisiones: Pamplona, Burgos, Astorga, Santiago de Compostela. Trabajó asimismo como prisionero en el Alcázar de Toledo. Su suerte comenzó a cambiar cuando le trasladaron a la colonia penitenciaria de Talavera de la Reina. Allí tenían que construir un canal en el río Alberche, dentro de los planes de regadío de las cuencas de ese río y del Tajo. Una noche se fugó con otros dos penados y huyeron a la sierra”. Tras su evasión de la Colonia Penitenciaria de Talavera de la Reina (Toledo), el 18 de octubre de 1944, junto a Gerardo Donato “Tito” y Ambrosio Fernández “Romero”, estuvo al frente de un grupo en Ciudad Real, formado por destacados guerrilleros cacereños como Aurelio Rodríguez “Viriato” y Lorenzo Toribio “Parachuta”. A finales de octubre de 1944 llegó a la zona de Castañar de Ibor (Cáceres), incorporándose tras su constitución a la 13ª División de la Agrupación Guerrillera de Extremadura, al mando de Joaquín Ventas “Chaquetalarga”, como jefe de guerrilla. Se movían por el sur de Cáceres, entre Ciudad Real y Badajoz. Según Benito Díaz, en la primavera de 1946, “Chaquetalarga” licenció al grueso de sus hombres, buscando como único horizonte la huida a Francia. Dadas las circunstancias, Cáceres y Toledo se consideraban “quemadas”, “Veneno” dejó Cáceres, integrándose en la Agrupación Guerrillera de Ciudad Real, donde dirigió la 2ª guerrilla de la 23ª División. Le acompañaban Lorenzo Toribio “Parachuta”, Esteban Navas “Peñas Negras”, Miguel Barba “Jesús”, Atanasio Herrera “Chato”, José Cardoso “Terremoto” y Manuel Hidalgo “Palmero”. Más tarde se incorporaron Bonifacio García “Hijo del Eléctrico” y Aurelio Rodríguez “Viriato”, mientras que “Terremoto” se fue con Manuel Camacho “Recoba”. Al principio, dotaron a sus actuaciones de un fuerte contenido político, como la voladura, en las proximidades de Ciudad Real, de la línea férrea Madrid-Badajoz el 2 de enero de 1947, o la muerte del secretario local del Ayuntamiento de Poblete (Ciudad Real). Luego su actividad se redujo a los pequeños robos y a los secuestros, sin faltar las muertes, como las de tres personas, el 16 de abril de 1947, en la finca Hornias. Tras la detención de Dionisio Castellanos “Palomo”, jefe de la Agrupación, y la colaboración de varios de sus dirigentes con las fuerzas represoras, la guerrilla de “Veneno” llevará una vida independiente, confundiéndose a veces sus acciones con las del grupo liderado por Eugenio Herrera “Cuquillo”. Su radio de acción se centró en las provincias de Toledo, Ciudad Real, Cáceres y Badajoz. Confeccionaban propaganda política con una máquina de escribir que un enlace les compró en Madrid. Tenían dos sellos de madera, uno con la palabra El Guerrillero y otro con Lucha y El Comité, con la hoz y el martillo. Con las muertes de “Manco de Agudo”, “Comandante Honorio” y “Parrala”, Blancas Pino “Veneno” se quedó sólo en la zona Centro, con cuatro hombres más, decidiendo “pegarse al terreno”. Se ocultó en Cañamero (Cáceres), aunque de vez en cuando hizo alguna incursión por los Montes de Toledo y Ciudad Real. Según testimonio de Raimundo Gómez “Regeles”, en los primeros años de la década de los cincuenta proporcionó, por indicación del PCE, víveres, propaganda, municiones y explosivos a la guerrilla de “Veneno”.[2] El 5 de junio de 1952 secuestraron a Francisco Acevedo en Los Navalucillos, obteniendo 30.000 pesetas de rescate. El 23 de abril de 1953 fue herido durante un atraco en la finca Casa Salinas, término de Piedrabuena (Ciudad Real). Como los huesos de varios dedos se le habían quedado sin carne, “Parachuta” se los cortó con una tenacilla, sin anestesia. A mediados de 1954 se entregó “Peñas Negras”. A pesar de sus confidencias, la guardia civil no tuvo éxito en su intento de capturar o eliminar a los componentes de la partida liderada por “Veneno”, que encontraron refugio en la casa de unos familiares que “Viriato” tenía en Valencia de Alía (Cáceres). En mayo de 1955, cuando vieron que el cerco de las fuerzas de orden público había perdido intensidad, los cuatro integrantes de la partida –Francisco Blanca “Veneno”, Bonifacio García “Hijo del Eléctrico”, Lorenzo Toribio “Parachuta” y Aurelio Rodríguez “Viriato”- iniciaron el viaje que les llevaría a Francia. Según Benito Díaz, tras presentarse a los gendarmes franceses fueron llevados a Bayona y entregados a las autoridades militares, quienes les pusieron en la disyuntiva de enrolarse en la Legión o ser entregados a las autoridades franquistas. “Parachuta” aceptó alistarse, siendo destinado a Argelia. Los otros, después de muchos esfuerzos, consiguieron quedarse. A “Veneno” lo consideraron de baja por faltarle dos dedos de una mano y estuvo a punto de ser enviado a España. Tras permanecer retenido en un hotel durante 25 días, fue puesto en libertad con la condición de no residir en provincias que limitasen con la frontera española, encontrando un trabajo en el Ayuntamiento de Nancy.
CABALLERO COLETO, Bartolomé. Villanueva de Córdoba. Hermano del guerrillero Juan “Hebrero”. En la primavera de 1940, encontrándose haciendo carbón en el cortijo de los Marines, en el Barranco de los Pobos, término de Adamuz (Córdoba), fue apresado por la Legión y torturado, siendo más tarde puesto en libertad.
CEBRIÁN FERNÁNDEZ, Francisco. Comunista de Adamuz (Córdoba). El 10 de septiembre de 1949 fue asesinado por la guardia civil en Arroyo Perojil, término de Adamuz.
COLETO DÍAZ, José “Claudio”. Vecino de Villanueva de Córdoba. Minero. Fue detenido el 15 de junio de 1948, al igual que Juan García, labrador, y Genaro Ruiz, jornalero. A Pedro Coleto fueron a buscarlo a una mina de Villanueva del Duque (Córdoba), donde trabajaba. Dos días más tarde los sacaron del arresto municipal donde se encontraban, simulando un traslado a la prisión provincial. Al pasar Adamuz (Córdoba), en el lugar conocido como Las Mojoneras, les bajaron del vehículo y sin más trámites les aplicaron la “ley de fugas”. Tenía 45 años.
GARCÍA SERRANO, Juan “Maleno”. Villanueva de Córdoba. Campesino. En el marco de la represión contra los “del llano”, fue detenido a mediados de junio junto a Pedro Coleto “Claudio” y Genaro Ruiz Zamora. Dos días más tarde, el 17 de junio de 1948 los sacaron hacia Córdoba, simulando su traslado a la prisión provincial. Según Francisco Moreno, al pasar Adamuz, en el lugar conocido como La Mojonera, les aplicaron la “ley de fugas” y dejaron sus cadáveres en la cuneta.
GÓMEZ SOTO, Antonio “Manco de Adamuz”. Natural de Albuñán (Granada); vecino de Alcolea (Córdoba). Jornalero. El 3 de septiembre de 1948 le fue aplicada la “ley de fugas”, junto a Rafael Quesada “Perejil”, en el arroyo Tamujoso, término de Adamuz (Córdoba), en el marco de la represión contra “el llano”. Según Francisco Moreno, la guardia civil les colocó los apodos para darles apariencia de guerrilleros.
JIMÉNEZ CONDE, Miguel “Lagartijo”. Villanueva de Córdoba. Hermano de Diego “Lagartijo”. En 1939 se marchó a la sierra de Córdoba, tras presentarse la guardia civil en su casa. En la primavera de 1940, Juan Caballero “Hebrero” le mató en la sierra de Adamuz (Córdoba), al parecer por manifestar “Lagartijo” su intención de entregarse. El hecho fue desaprobado por el resto de huidos, recibiendo “Perica” el encargo de ajusticiar a “Hebrero”.
JORDÁN JIMÉNEZ, José “Campitos”. Vecino de Adamuz (Córdoba). Huido cordobés.
LAGARES GONZÁLEZ, Francisco “Sojito” o “Jaime”. Comunista, natural de La Palma del Condado (Huelva). Estuvo muy ligado al grupo de Julián Caballero y fue asistente-enlace del Estado Mayor de la 3ª Agrupación Guerrillera, Córdoba. El 8 de mayo de 1946, un grupo al mando de “Sojito” ahorcó en Hornachuelos (Córdoba) a dos vecinos “por ser caracterizados criminales y buscar los pies de los guerrilleros”, según nota que dejaron justificando las represalias. El 13 de septiembre de 1947 fue muerto en un encuentro con la guardia civil en las inmediaciones del pantano del Guadalmellato, en el término de Adamuz (Córdoba).
LINDO MARTÍNEZ, Bartolomé. Nació el 7 de febrero de 1916 en Adamuz (Córdoba). Procedente del Stalags o prisión II-A (Neubrandenburg), ingresó en el campo de concentración de Mauthausen el 25 de mayo de 1941, con el número 4.203. Fue liberado por los aliados el 5 de mayo de 1945.
LÓPEZ MOYA, Pedro. Comunista, nació el 10 de octubre de 1914 en Adamuz (Córdoba). Campesino. Refugiado en Francia, tras su liberación, se incorporó como soldado a la 102ª División de la Agrupación de Guerrilleros Españoles. El 27 de noviembre de 1944 pasó a España, formando parte de un grupo de 10 guerrilleros al mando de Ramón Lastiesas Escolano.
LUQUE LINDO, Diego “Lindo” o “El de la Tía Frasca”. Comunista de Adamuz (Córdoba). Hermano de Rafael Luque “Rafaelito El Lindo”. Detenido por pequeños hurtos y labor de enlace, en 1940 se escapó de la cárcel, marchando al monte. Pasó a formar parte del grupo dirigido por Claudio Romera “Romera” en los montes de Adamuz (Córdoba), donde coincidirán con “Los Jubiles”. Miembro de la 32ª División de la Agrupación Guerrillera de Córdoba, al mando de “Romera”, en la 2ª Guerrilla, dirigida por su hermano Rafael. El 11 de febrero de 1946 logró escapar a la encerrona preparada por la guardia civil en el cortijo Venta del Cerezo, término de Villanueva, tras ser informada por “Chunga” de una reunión que se iba a celebrar en aquel lugar a la que asistirían 12 guerrilleros. Tras la cena, fueron acribillados dos de ellos, Basilio Villarreal “Panza” y Juan Rodríguez “Tuerto”, y apresado un tercero. El resto se salvó al permanecer ocultos en los alrededores y no pasar a cenar a la casa. En mayo de 1948 fue desmantelada la base de El Vadillo, utilizada con frecuencia por “Los Lindos”. Encontrándose en ella, aprovisionándose, llegó la guardia civil, logrando escapar del lugar. El 12 de julio de 1949, “Romera” y “Lindo” dieron muerte al labrador José Molina Díaz, de Villanueva de Córdoba, porque se negaba a facilitarles ganado, dando cuenta en el cuartel. El 28 de agosto de 1949, tras una operación de espera durante once días, la guardia civil detectó la presencia de “Lindo” en Peña Alcón, término de Adamuz. Cuando se vio perdido, se suicidó de un disparo en el corazón.
LUQUE LINDO, Rafael “Rafaelito El Lindo”. Guerrillero de Adamuz (Córdoba). En 1939 se marchó al monte, uniéndose al grupo dirigido por Claudio Romera “Romera” en los montes de Adamuz, donde coincidirán con “Los Jubiles”. Lugarteniente de “Romera”, jefe de la 32ª División de la Agrupación Guerrillera de Córdoba, dirigiendo una de sus guerrillas. El 11 de febrero de 1946 logró escapar a la encerrona preparada por la guardia civil en el cortijo Venta del Cerezo, término de Villanueva (Córdoba), tras ser informada por “Chunga” de una reunión que se iba a celebrar en aquel lugar a la que asistirían 12 guerrilleros. Tras la cena, fueron acribillados dos de ellos, Basilio Villarreal “Panza” y Juan Rodríguez “Tuerto”, y apresado un tercero. El resto se salvó al permanecer ocultos en los alrededores y no pasar a cenar a la casa. Actuó cerca de Pozoblanco (Córdoba). Entre 1947 y 1948 tuvo una de sus mejores bases en el cortijo El Vadillo. Encontrándose en ella, aprovisionándose, llegó la guardia civil, logrando escapar del lugar. El 15 de abril de 1948, la guerrilla de “Rafaelito El Lindo” ahorcó a Valentín Gómez en el cortijo La Eliseda, donde dos años antes había sido acribillado Juan Ruiz “Capitán Carrete”. En 1948 la guerrilla de “Rafaelito El Lindo” ajustició a Antonio Guijo “Terrones”, al norte de Córdoba. En mayo de 1948 fue desmantelada la base de El Vadillo, utilizada con frecuencia por “Los Lindos”. Encontrándose en ella, aprovisionándose, llegó la guardia civil, logrando escapar del lugar. A mediados de diciembre de 1948 varios guerrilleros se presentaron en la finca Fuente de la Sierra y ahorcaron a dos hermanos de Pozoblanco. Muerto el 1 de abril de 1949 en el cerro La Garita, término de Obejo (Córdoba), junto a José Luna “Cartón”.
MARTÍNEZ LÓPEZ, Manuel “Carrasco”. Vecino de Adamuz (Córdoba). Marcha a la sierra en 1939, uniéndose a la partida liderada por Claudio Romera “Romera” y Pedro Muñoz “Perico el Manco” en los montes de Adamuz). En el trienio 1940-1942 tuvieron frecuentes contactos con “Los Jubiles”. Se desconoce su final.
MEJÍAS CEREZO, Juan. Vecino de Adamuz (Córdoba). Jornalero. El 8 de marzo de 1948, le aplicaron la “ley de fugas”, junto a Pedro Moya, hermano de “Castaño”, en el cortijo El Portezuelo, término de Pozoblanco (Córdoba), en venganza por la muerte de Pedro Rubio “Mocoso” a manos de la guerrilla.
MERCHÁN VERGARA, Pedro “Paisano” o “Antonio”. Comunista, nació en Adamuz (Córdoba) en 1909. Salió de Francia en octubre de 1944. Según “Ibáñez”: “Se le confió un cargo de responsabilidad: su grupo iba formado por 8 hombres. Se establecieron en Aldea del Marqués, Santa Cruz de Moya (Cuenca). Llegaron a ser 10 y operaban dando golpes para sostenerse. Con ellos iba como responsable el provocador “DELICADO””. Según Josep Sánchez, tras la reunión celebrada en agosto de 1946 en las Cuevas del Regajo en Camarena de la Sierra (Teruel), de donde saldría el organigrama de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, “Paisano” pasó a dirigir un batallón del 11º Sector, a las órdenes de Florián García “Grande”. Según “Ibáñez”, desde agosto de 1946 a a febrero de 1947 actuó como segunda jefe del grupo de “Ibáñez”. Tras el asalto el 7 de marzo de 1947 de los dos principales campamentos del 5º Sector, éste quedó disuelto, pasando los hombres que lo formaban a las órdenes de “Grande” quien montó dos nuevas compañías mandadas respectivamente por “Paisano” y Manuel Montorio “Chaval”. En marzo de 1947 la unidad dirigida por “Paisano” será una de las seis participantes en los operativos montados con ocasión de la visita de Franco a Valencia. Poco más tarde, al extenderse la acción de la guardia civil por la provincia de Cuenca, la compañía de “Paisano” se vio obligada a abandonar su campamento, refugiándose once de sus miembros en el de “Grande” y el resto en el de “Maño”. En el verano de 1947 aparece como jefe de una de las dos compañías en que estaba previsto se dividiera el 5º Sector, el cual estaba reorganizándose tras ser desmantelados por la guardia civil sus dos principales campamentos. A principios de 1948 estaba como jefe de uno de los dos batallones que formaban el 5º Sector, a las órdenes de “Medina”. En 1949 establece su campamento en San Martín de Boniches (Cuenca), actuando en la franja norte de Cuenca y los límites con el 11º Sector por el este. Más tarde se incorporó al 11º Sector de “Grande”. En 1951, acompañó a José Gros cuando éste fue a encontrarse con “José”, tras el viaje de éste a Francia para informar de la situación de enfrentamiento que vivía la Agrupación. El domingo de Ramos, mientras dormían, Isaías Jiménez “Maquinista” lanzó una bomba contra el grupo donde se encontraba Gros, si bien no estalló. Murió el 15 de mayo de 1952 un día antes de la evacuación al acercarse a una estafeta cercana a Casas de Moya, en Camp de Roures (Valencia), para comprobar que no había novedades. En ella la guardia civil había montado un apostadero, tras declarar el “Manco de la Pesquera” al ser detenido la ruta que iban a seguir los guerrilleros en su evacuación a Francia. Según “Grande”: “…era un hombre que no tenía ninguna debilidad y observaba las directrices de los Estatutos a rajatabla. Le mataron por una traición del ‘Manco la Pesquera’”.
MUÑOZ VEGA, Pedro “Perico el Manco” o “Manco”. Guerrillero de Adamuz (Córdoba). En 1939 formó partida con Claudio Romera “Romera”, dirigiendo uno de sus grupos. En 1945 se incorporó a la Agrupación Guerrillera de Córdoba, como delegado político del 160º Batallón de la 32ª División, al mando de “Romera”. Muerto el 6 de enero de 1949 en el hotel Romeral de Córdoba, cuando se encontraba negociando su entrega. Tenía 52 años, casado con Mª Jesús Ruiz Jordán.
PÉREZ ORTEGA, Diego “Inglés”. Vecino de Adamuz (Córdoba). En 1941, al ser detenido su padre por enlace y temer él lo mismo, se marchó a la sierra, uniéndose al grupo dirigido por Claudio Romera “Romera”. Se le atribuye la muerte del capitán de la guardia civil Paulino Martín Santos, el 29 de mayo de 1944, en el kilómetro 77 de la carretera Córdoba-Almadén, cuando iba en el coche de línea. Miembro de la 3ª Agrupación Guerrillera, Córdoba. El 13 de junio de 1946, encontrándose ocultos en un rastrojo de la finca El Dorado, de Pozoblanco (Córdoba), fueron denunciados por el dueño de ésta. Una fuerte tropa de guardias civiles, municipales y falangistas se presentó en el lugar, acribillando a los tres guerrilleros que se encontraban en el lugar: Diego Pérez “Inglés”, de 27 años, Isidoro González “Roao” y Pedro Jaut “Bicho”.
“PERICO EL MANCO”. Dirigió una partida en la zona de Adamuz (Córdoba).
PLAZA MEJÍAS, José “Burraco” o “Chimeno”. Vecino de Adamuz (Córdoba). A finales de 1939 o comienzos de 1940 se unió a la guerrilla, en las partidas de Claudio Romera “Romera” y “Perico el Manco”. Miembro de la 32ª División de la Agrupación Guerrillera de Córdoba, al mando de Claudio Romera “Romera”. Según Francisco Moreno, en una ocasión, en compañía de “Caraquemá” llegaron al cortijo Los Cotos, “Caraquemá” sacó una bandera republicano y dio un mitin. El 22 de septiembre de 1948 se presentó con “Caraquemá” en el cortijo Puerto Luna, de Pozoblanco (Córdoba). Al preguntar “Caraquemá” a los caseros sobre lo que pasaba en el pueblo, éstos le informaron de la muerte de cuatro personas, entre ellas la madre y una hermana de “Caraquemá”. Fue ajusticiado por sus compañeros en 1948.
QUESADA CARVAJAL, Rafael “Perejil”. Natural de Villafranca; vecino de Alcolea, Córdoba. Jornalero de 35 años. El 3 de septiembre de 1948 le aplicaron, junto a Antonio Gómez Soto, la “ley de fugas” en el arroyo Tamujoso, término de Adamuz (Córdoba). Según Francisco Moreno, el apodo de “Perejil” le fue puesto por la guardia civil para hacerle pasar por guerrillero.
REDONDO MONTEAGUDO, Juan A. “Once Nudos”. Natural de Adamuz (Córdoba). Enlace de la guerrilla cordobesa. Asesinado el 11 de noviembre de 1948 junto al arroyo Tamujoso, término de Adamuz. Tenía 57 años.
ROMERA BERNAL, Claudio “Romera”. Socialista de Adamuz (Córdoba). Fugitivo desde el final de la guerra, por su implicación en los sucesos revolucionarios de 1936 en Adamuz. Dirigió una partida en la zona de Adamuz. En el trienio 1940-1942 tuvieron frecuentes contactos con “Los Jubiles” en los montes de Adamuz. Jefe de la 32ª División de la 3ª Agrupación Guerrillera de Córdoba. Llevó una vida muy independiente al este de la sierra de Córdoba, desde Pozoblanco y Villanueva de Córdoba hasta Adamuz (Córdoba). En marzo de 1946 la partida de “Romera” dio muerte al guardia civil Ángel calleja, del puesto de Alcaracejos (Córdoba). El 11 de febrero de 1946 perdió a tres hombres en el cortijo Venta del Cerezo, donde iban a celebrar una reunión doce guerrilleros, debido a la información facilitada al comandante Machado por José Martínez “Chunga”. Gracias también al servicio de “Chunga”, en la noche del 24 al 25 de abril las fuerzas represivas dieron muerte en el cerro del Quejido, término de Montoro (Córdoba), a Alfonso Nevado “Nevado” y cuatro compañeros más. En noviembre de 1947, cuando un grupo de guerrilleros de “Romera” se encontraban en el cortijo La Estrella, en Espiel (Córdoba), se presentaron un cabo y tres guardias. Los guerrilleros se hicieron fuertes y se aprestaron a la defensa. Los guardias enviaron a por refuerzos. Cuando llegaban 80 guardias, provistos de un mortero, los guerrilleros se escaparon con cánticos revolucionarios. En 1949, “Romera” y Diego “Lindo” deambulan, ya casi en solitario, por la zona de Adamuz. El 12 de julio de 1949 ahorcaron al labrador José Molina Díaz, de Villanueva de Córdoba, porque se había negado a facilitarles ganado y había dado cuenta en el cuartel. Tras captar al enlace que tenían por la Peña del Alcón, Ángel Sánchez, una patrulla de guardias hizo la “espera” en este lugar, detectando la presencia de “Lindo” el 28 de agosto. Cuando se vio perdido, se suicidó. El 11 de septiembre de 1949, fue eliminado “Romera” al presentarse en la finca Moradillas del Cuadrado, término de Adamuz, donde le estaba “esperando” la guardia civil desde hacía varios días.
RUIZ ZAMORA, Genaro. Villanueva de Córdoba. Jornalero. A mediados de junio fue detenido, junto a Juan García “Maleno” y Pedro Coleto “Claudio”, en Villanueva. Los tuvieron dos días en el arresto municipal. A Genaro fueron a buscarlo a una finca de Ciudad Real. En la mañana del 17 de junio los sacaron hacia Córdoba capital, aplicándoles la “ley de fugas” al llegar al lugar Las Mojoneras, término de Adamuz. Dejaron sus cadáveres en la cuneta.
SALINAS BOYERO, Bartolomé “Chivito”. Bujalance (Córdoba). Antiguo enlace, en enero de 1942, en plena recolección de la aceituna, se fue a la sierra, uniéndose a la partida de “Los Jubiles”. Se marchó al recibir la notificación del servicio militar y negarse a servir “al de la cabeza gorda”. Antes de salir hacia la sierra, dieron un golpe de suministro en el cortijo de María Aparicio, de Bujalance, llevándose siete bestias cargadas de víveres. En el otoño de 1942, tras la detención de “Paco Simón” y la muerte de “Moreno”, quedó perdido, acudiendo a los montes de Adamuz (Córdoba) al amparo de Claudio Romera “Romera” y Pedro Muñoz “Perico el Manco”. En la navidad de 1942, “Los Jubiles” enviaron a recoger a “Chivito”, pero lo vieron enfermo y lo devolvieron otra vez a los montes de Adamuz porque allí estaba mejor asistido. Murió poco después, en 1943, de pulmonía.
SÁNCHEZ MARTÍN, Alfonso “Corneta”. Nacido en Granada; vecino de Adamuz (Córdoba). En 1939 se unió a la partida dirigida por Claudio Romera “Romera” y Pedro Muñoz “Perico el Manco” en los montes de Adamuz (Córdoba). El 24 de agosto de 1947 fue muerto en Adamuz por la guardia civil. Tenía 40 años.
SÁNCHEZ TENA, Ángel. Vecino de Adamuz (Córdoba). Enlace por la Peña Alcón de la Agrupación Guerrillera de Córdoba. En el verano de 1949 fue captado por la guardia civil.
SÁNCHEZ TORRALBO, Bernabé “Aparato”. Vecino de Adamuz (Córdoba). Campesino. El 20 de septiembre de 1948 le fue aplicada la “ley de fugas” junto al arroyo Valdelaguerra, término de Adamuz.
SÁNZ MARTÍN, Alfonso “Corneta”. Nacido en Granada; vecino de Adamuz (Córdoba). En 1939 se unió a la partida dirigida por Claudio Romera “Romera” y Pedro Muñoz “Perico el Manco” en los montes de Adamuz. En julio de 1943 se incorporó al grupo de los “Jubiles”. El 24 de agosto de 1947 fue muerto en Adamuz por la guardia civil. Tenía 40 años.
TORRECILLA ALIAS, Pedro. Natural de Adamuz (Córdoba) y vecino de Villafranca (Córdoba). Fue asesinado el 26 de octubre de 1948 en el arroyo Tamujoso, carretera de Adamuz a Villafranca, en el marco de la represión contra los del llano. Tenía 46 años.

“Alcalde JOSÉ MARÍA LEÓN JIMÉNEZ … una historia que nos pertenece a todos”

Alcalde JOSÉ MARÍA LEÓN JIMÉNEZ (1892-1936)

“ … y no seré más allá de quien quiera el recuerdo, la flor nunca cumple un año y cumple muchos bajo tierra”.

Desde hace algunos años afortunadamente es normal hablar de memoria, de su recuperación y también de su inminente componente histórico, dado que esta tiene una indiscutible e importante dimensión social, aunque solo sea por aquello de que la memoria forma parte de nuestra conciencia humana, del conjunto de valores, experiencias e ideas recibidos y transmitidos de generación en generación.

Hoy, a través de este artículo, solo deseo retener en esa memoria parte del pasado, de un pasado silenciado y oculto y utilizarla como instrumento para que todos podamos comprender este presente que vivimos, eso sí pugnando como siempre entre la búsqueda de la verdad y su transmisión pública y la exigencia de justicia y la reparación.

Desempolvar ese duro pasado desde hace algunos años es para mi una tarea casi exclusiva, que me obliga a permanecer inmerso en la investigación y me proyecto a mantener día a día una larga y extenuante lucha contra el olvido.

Lejos de querer ser un prisionero del pasado, … solo pretendo poner esté al servicio del presente, tal y como la memoria y el olvido necesariamente habrán de ponerse algún día no muy lejano al servicio de la justicia.

Una justicia que comienza a ser efectiva, social y políticamente hablando, cuando todos conocemos historias … que permanecieron interesadamente, ocultas … como la del alcalde José María León Jiménez. Una historia que nos pertenece a todos y que servirá para que a través del conocimiento de la misma la sociedad civil sin duda alguna aprenda a defender y valorar más los principios elementales de la libertad y los derechos políticos y sociales por encima de todo, si somos capaces de lograr asumir como patrimonio de todos, de toda la sociedad, los esfuerzos y valores de una generación de luchadores que vertebraron y establecieron las pautas de nuestra actual convivencia democrática.
Uno de esos luchadores fue nuestro alcalde José María León Jiménez que nació en Aguilar de la Frontera (Córdoba) a las nueve de la noche del día diez y siete de Abril del año mil ochocientos noventa y dos (1892), en la casa de sus padres, el matrimonio formado por Manuel León Pino y Francisca Jiménez y Toro, en la calle Belén número 22, en el seno de una familia campesina, siendo el segundo de cuatro hermanos.

En el primer registro documental de su nacimiento se le asignó el nombre de José María de San Aniseto, siendo este largo nombre compuesto simplificado por su familia, allegados , amigos y conocidos, que le llamaron siempre por el nombre de José María.

José María, paso su infancia y juventud, trabajando en el campo, donde a edad muy temprana se despertó en él la inquietud por las cuestiones políticas. Desde muy pequeño, su padre conocido popularmente en la localidad por su nombre Manuel León, lo enseño a leer y escribir, costumbre no muy usual en la época. Su denodada afición a la lectura hacía que José María devorara cientos de libros y documentos en los tiempos dedicados al descanso ( cigarrillos) en las duras y largas jornadas de trabajo en el campo, lectura que compartía con las gentes analfabetas de las cuadrillas de jornaleros que le reclamaban también participar de la información recogida en los mismos.
Contrajo muy joven matrimonio con Consuelo Lucena Pino, del cual nacieron seis hijos: Manuel, Juan ,Virginia, José, Consuelo y Rafael León Lucena ,estableciendo su domicilio en la calle La Eras, número 6.

Su inquietud por las cuestiones políticas y las desigualdades sociales pronto le llevó a ingresar en el Partido Socialista Obrero Español, (PSOE) partido al cual estuvo siempre ligada su trayectoria política.

Siendo muy joven aún, cercano a los veinte años de edad en el año 1913, al igual que ocurrida en casi todo el país, José María León, junto a un pequeño grupo de trabajadores, la mayoría de ellos jornaleros del campo, como él, decidieron crear una Sociedad Obrera, socialista, para trabajar juntos y defender sus intereses. Su implantación y adaptación en los primeros años será lenta y salpicada de obstáculos, fundamentalmente debido al sistema político imperante y a la directa oposición planteada por un sistema caciquil y religioso que impedirán a toda costa su proliferación y desarrollo.

Serán pocos militantes, pero dedicarán todo su tiempo libre a propagar las doctrinas del movimiento obrero. Trabajadores manuales, la mayor parte de ellos sin cultura alguna, entregados en cuerpo y alma a concienciar a sus compañeros y hermanos de que para liberarse del yugo opresor, de la tiranía y la esclavitud, es necesario e imprescindible organizarse y asociarse a la recién creada Sociedad Obrera “El Porvenir del Trabajo”, Agrupación de Trabajadores de ideología , predominio e influencia socialista, de la cual en este mismo año en el mes de enero se ha conmemorado el 100 aniversario de su creación.

De la mano de las ideas que se difunden entre el campesinado, con arraigo y con fuerza, son las procedentes de la ideología anarquista y socialista, que muy probablemente llegaron a Aguilar, procedentes de la localidad vecina de Puente Genil, vía “Los Arenales”, donde era frecuente por ser el límite lindero entre ambos municipios la aglomeración en las cuadrillas de trabajadores de obreros de ambos pueblos.

Muy posiblemente el conocimiento de esta ideología llegaría a José María León, formando parte en estas cuadrillas y en esa zona de Aguilar, donde su familia trabajaba casi todo el año,en las largas noches de pernocta en los cortijos, se adoctrinara a través de la prensa escrita y de la propaganda verbal de algún miembro de una organización obrera externa a la localidad, a los futuros dirigentes y seguidores de las doctrinas socialistas en Aguilar de la Frontera.

La recepción de la prensa obrera y de las charlas por parte de campesinos provenientes de Puente Genil, trasmitió de viva voz en las “fumadas” o por la noche a la luz de un candil las primera ideas que cristalizaron posteriormente en la formación de la primera formación campesina de Aguilar. El adoctrinamiento, y la labor de educación ideológica, dieron paso al desarrollo intelectual de los campesinos. Al descubrimiento de otra verdad posible, que transforma e inspirará a los dirigentes locales, comenzando por combatir el analfabetismo y la ignorancia existentes hasta ese momento.
A mediados del año 1918, en el mes de junio, se realizará la inscripción reglamentaria en el registro de Asociaciones del Gobierno Civil de Córdoba de la Agrupación Socialista de Aguilar de la Frontera con el nombre de “Sociedad Obrera de Oficios y Profesiones Varias “La Evolución”. Y a comienzos de noviembre del mismo año cuando se realizará su ingreso oficial en el Partido Socialista Obrero Español. En marzo del año 1919, la Agrupación Socialista de Aguilar de la Frontera, será reorganizada por primera vez en su historia.

En su fundación participaron activamente los líderes históricos y dirigentes socialistas de la localidad en esas fechas: Antonio Cabezas Jiménez, José María León Jiménez, Antonio Cabello Almeda, Antonio José Luque Cuenca, Eustaquio Josende , Mariano Navarro Reina, Francisco Toro González, Eduardo Varo Pino, José María Carretero Navarro, Antonio Luque Jiménez, Antonio García Márquez y José Campos, entre otros.

En el año 1920, cumplidos apenas las 28 años José María León, es ya concejal socialista en la corporación municipal de Aguilar de la Frontera, junto a otros compañeros de partido de la localidad: Mariano Navarro Reina, Eduardo Varo Pino, Antonio Luque Jiménez y Antonio J. Luque Cuenca.

Tras el paréntesis impuesto por la dictadura de Primo de Rivera, en el año 1930, José María es nombrado de nuevo concejal en un pleno compuesto por los nueve mayores contribuyentes de la localidad y por nueve ex concejales del periodo electoral 1917-1923 (grupo en el que se encuentra él).

En 1931, bajo el gobierno del almirante Aznar, se produce una interesante votación en la corporación para designar al nuevo alcalde de Aguilar de la Frontera. Dos candidaturas concurren a esta elección: De una parte la del ex maurista José Ladrón de Guevara y Aumente, que representaba a la oligarquía del pueblo. Y por la coalición republicana-socialista se presenta José María León Jiménez. En esta época ya lidera la agrupación socialista local de la que era presidente. El 23 de marzo de 1931, representa el programa republicano-socialista para participar en las elecciones municipales del mesde Abril de 1931.

Tras estas elecciones, España “se levanta republicana”. El pueblo de Aguilar, demostró sus deseos de cambio otorgando la mayoría a la coalición republicana-socialista (13 concejales frente a 7 monárquicos). En los siguientes días se procede a la elección de alcalde y del equipo municipal de gobierno. Siendo elegido como candidato de la coalición, el republicano José Jiménez
Carretero, quedando José María León Jiménez como primer teniente de alcalde. En los últimos días de Julio, una moción de censura presentada por los concejales socialistas, convierte a José María León, en el primer alcalde socialista de la historia de Aguilar de la Frontera.

Socialistas en la Casa del Pueblo 26 de diciembre de 1931

Activamente defensor de Estatuto Andaluz, el alcalde José María León participo junto a varios miembros más de la corporación local socialista, el abogado Rafael Aparicio de Arcos y el secretario del Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera, José María de Ciria López, en la Asamblea Regional Andaluza, convocada en Córdoba el 30 de enero de 1933, en la cual se sentaron las bases para un proyecto de Estatuto Andaluz.

En febrero de 1936 tras el paréntesis del bienio radical-cedista en el que gobernaron las derechas- José María León, es nombrado de nuevo alcalde de Aguilar de la Frontera.

El 18 de Julio de 1936, tras el levantamiento de los militares insurrectos, el teniente de la Guardia Civil, había asegurado un día antes al alcalde la fidelidad de la benemérita al gobierno legítimo de la República. No fue así, el día 19 de Julio, la guardia civil publicó el bando de guerra, y se incautó del Ayuntamiento.

José María León, permaneció oculto, durante varios días al tener conocimiento de las detenciones y los asesinatos que se estaban produciendo durante esos primeros días. Huyo junto a varios compañeros más de Aguilar de la Frontera y encontraron refugio en los pagos de los Arenales, donde su hermano Manuel les escondió durante varios días.

Sería detenido en la madrugada del día 25 de julio, cuando de noche se acercó a su domicilio para poder ver a su mujer y sus hijos. La vigilancia a que la fue sometida su casa, logró detenerlo y encarcelarlo en la cárcel de Aguilar de la Frontera, hasta la madrugada del día 2 de agosto de 1936. Esa misma mañana, una semana después de su detención, sería sacado del cuartelillo, maniatado con alambres, junto a varios hombres y una mujer, subidos a un camión y fusilados.

“ … durante los días que estuvo detenido en la cárcel, no quiso que me madre hablara con él, para que no lo viera en aquel estado. Mi abuela le llevaba de comer.”

Asesinaron a un hombre que representó por muchos años las ideas y esperanzas de liberación de un pueblo que quiso la libertad y la democracia. Un hombre integro en sus ideales, socialista y hombre de izquierdas.

“ … venia a vernos de noche, siempre de madrugá, campo a través para no ser visto, hacía siete u ocho kilómetros andando de noche, para ver como estábamos … lo mataron solo por ser socialista. Hombres así ya no los hay. ”

Oculto su cadáver, no se sabe dónde, intentaron durante largo tiempo silenciar su existencia, silenciar su nombre y su vida. Y así fue durante muchos años. Su familia jamás supo dónde buscarlo. Jamás supo donde recuperar su cuerpo.

La inscripción oficial de su muerte, sería registrada fuera de plazo legal, el día tres de febrero del año 1941. El informe de la alcaldía firmado y enviado por el alcalde de Aguilar en el año 1941 al Juzgado de Instrucción de esta localidad para practicar dicha inscripción decía literalmente el día 9 de enero de 1941 :

“ … murió en esta población el día dos de agosto de 1936, a consecuencia de la represión realizada por los elementos Nacionales contra los que se oponían al triunfo de nuestro Movimiento. El citado José María León Jiménez, era Alcalde de esta Ciudad perteneciente al frente popular y militante activo del partido socialista, por cuyas circunstancias y antecedentes fue uno de los que opusieron al citado Movimiento.”

Después de su asesinato, se silenció su vida, se silenció su nombre y se ocultó documentalmente su muerte durante los largos años de la dictadura, la transición y también durante la democracia.

Una democracia que olvida a los que tanto lucharon por ella y por la libertad, es una democracia incompleta y también desagradecida. Todos tenemos una deuda pendiente con las personas que entregaron sus vidas sin pedir nada a cambio, ocultados y enterrados sin dignidad y en el más absoluto de los olvidos.

Los restos mortales del alcalde de Aguilar de la Frontera en 1936, José María León Jiménez, “desaparecido” y asesinado el día 2 de agosto del año 1936, por la sinrazón y la barbare, han sido identificados en el ambicioso proyecto de identificación genética que AREMEHISA, (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera) (Córdoba), viene desarrollando desde la primavera del año 2010. La fosa número 18 ocultaba celosamente su contenido, mas perpetuado si cabe con el engaño premeditado y la autorización municipal para que sobre ella se construyese un panteón familiar.

El pasado año, el día 8 de junio, volvieron en un ataúd de madera cubierto por la bandera de Aguilar de la Frontera sobre el que descansaba el bastón de mando, con toda solemnidad al Salón de Plenos del Ayuntamiento. Fueron escoltados hasta allí por miembros de la policía local . La corporación municipal en pleno rindió un homenaje póstumo que sin duda alguna este pueblo tenía pendiente con su alcalde y con los cuatro miembros de la corporación municipal de 1936, que fueron asesinados también junto a él, los concejales socialistas Antonio Cabello Almeda, Antonio García Márquez, Rafael Aparicio de Arcos y el republicano Andrés Alberca Conde.

Los restos mortales de José María León han sido encontrados en una fosa en el interior del Cementerio Municipal. Los acontecimientos ocurridos en esta localidad , con motivo del alzamiento militar del 18 de julio de 1936, trajeron consigo la “desaparición forzada” de numerosas personas. Su desaparición física y documental, la falta de noticias veraces de lo sucedido en esos días, sumada a la incertidumbre acerca de su paradero, causaron indecibles sufrimientos a las familias afectadas.

Sufrimientos que aún hoy desafortunadamente perduran, a pesar de haber transcurrido más de tres cuartos de siglo desde aquellos hechos.

La mayor parte de las personas “desaparecidas” fueron asesinadas. El único alivio para los familiares es recibir, aún hoy, una confirmación fidedigna de la muerte y saber que los restos de sus seres queridos han sido o pueden ser tratados con dignidad y con respeto, por su cultura o por sus creencias religiosas.

La recuperación y la identificación adecuada técnica y científicamente del alcalde José María León Jiménez y las demás las personas “desaparecidas”, es, ha sido y será parte fundamental del proceso de reparación a los familiares.
La evolución de la ciencia forense, la alquimia de la ciencia y en particular de la genética mediante el análisis de ADN, ha permitido que hasta el momento AREMEHISA, haya podido identificar plenamente 33 personas “desaparecidas” (entre ellas 5 mujeres) y se trabaje actualmente en el cruce de datos de otras 14 personas más, de un total de 66 cuerpos exhumados en las sucesivas intervenciones en las que AREMEHISA viene trabajando desde el año 2010 , para que sus familias conozcan el último paradero de sus seres queridos, y poder de esta forma también hacer entrega de los restos mortales identificados a sus familiares.

Hoy somos más conscientes que nunca de la importancia del cumplimiento de los objetivos que nos marcamos hace mucho tiempo, recuperar e identificar. Gracias a ellos podemos estar orgullosos de que muchas familias, entre ellas también la del alcalde José María León Jiménez, puedan por fin enterrar dignamente a sus “desaparecidos”.

Autor: Rafael Espino Navarro
(Presidente de AREMEHISA , Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Córdoba)

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AREMEHISA
CAMPAÑA DE CAPTACIÓN DE VOLUNTARIADO

CAMPAÑA DE VOLUNTARIADO PARA LAS CATAS PREVIAS A LA EXHUMACIÓN
DE LAS FOSAS COMUNES DE LA GUERRA CIVIL DEL CEMENTERIO MUNICIPAL
DE ADAMUZ EN CÓRDOBA.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Córdoba), AREMEHISA, una vez obtenidos los permisos legales oportunos, comenzará el próximo sábado día 10 de agosto los trabajos de realización de catas previas a la exhumación de las fosas comunes ubicadas en el interior del cementerio municipal de Adamuz, en Córdoba, para recuperar los cuerpos de las personas represaliadas en esta localidad cordobesa por el franquismo entre los años 1943 y 1949.

Para la realización material de este histórico proyecto, AREMEHISA, ha lanzado una campaña de captación de voluntariado para los trabajos de realización de las catas previas a la exhumación.
AREMEHISA, lanza esta campaña dirigida a todas las personas que deseen participar en la misma de forma totalmente voluntaria. El único requisito previo es el interés humano y el compromiso.
Para todos aquellas personas que puedan estar interesados/as en participar, se puede contactar a través de la página web de la Asociación, http://www.aremehisa.org.es – www. facebok.aremehisa.com o al correo electrónico de la misma: aremehisa@aremehisa.org.es o bien llamando al teléfono 680634633.

AREMEHISA SOLICITA LA COLABORACIÓN CIUDADANA

AREMEHISA, Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera en Córdoba, solicita la colaboración ciudadana para localizar a familiares directos de al menos tres personas, hombres todos ellos, militantes comunistas y naturales de Montilla, asesinados en la pasado Guerra Civil, en Aguilar de la Frontera, el día 25 de julio de 1936.

Encontrar familiares directos de estas tres personas, permitirá practicar las pruebas genéticas pertinentes que les devuelvan la identidad para poder ser entregados a sus familias.

AREMEHISA, solo conoce la identidad de uno de ellos, llamado ANTONIO SALGADO REINA, apodado El Calero, de veintiún años de edad y profesión jornalero.

Los otros dos hombres, también de edad comprendida en la primera mitad de la veintena, formaron parte del contingente de 120 hombres que procedente de Montilla, se unió a las fuerzas republicanas de Aguilar de la Frontera, para hacerse con la posesión de la localidad el día 25 de julio.

Algunos de ellos cayeron muertos abatidos por la guardia civil, en el interior de la población y otros fueron hechos prisioneros e inmediatamente pasados por las armas.

Cualquier información que pueda conducir a la búsqueda y localización de algún familiar directo de estas personas, puede hacerse llegar a AREMEHISA a través de las siguientes direcciones y correos electrónicos, o llamando al teléfono 680634633.

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aremehisa@aremehisa.org.es

AGUILAR DE LA FRONTERA.
EL HORROR NO SOLVENTADO. 18 de julio 1936.

Autor. Rafael Espino Navarro.

… en el calcio del hueso hay una historia, acaudillada historia, desmemoriada historia, el horror no solventado.

El día 13 de julio de 1936, una noticia de primera página recorrerá toda España, siendo el tema de todas las conversaciones. Todos los periódicos publicaran la noticia del asesinato de Calvo Sotelo, condenando el crimen y produciendo gran indignación en todas las clases sociales de este país.

La muerte de Calvo Sotelo alentaría al General Mola a allanar las dificultades que este mantenía con los carlistas. Esta muerte efectivamente eliminará las ultimas reservas que algunos de los dirigentes políticos de la extrema derecha mantenían aún para sellar los acuerdos previos a un levantamiento militar organizado. Este ya se estaba gestando previamente y este hecho no hizo sino acrecentar los ánimos de rebelión.

Al día siguiente del asesinato se reunirá la comisión Permanente de las Cortes. Desde ese mismo
momento los acontecimientos se sucederán a velocidad de vértigo, arrastrando a los mismos a muchos indecisos.

El día 16 Franco se traslada por mar a Las Palmas para presidir el entierro del general Amado Balmes Alonso, integrado en la conspiración, fallecido en un accidente, al disparársele una pistola que estaba inspeccionando.

Concluidas las honras fúnebres, se traslada en el “Dragon Rapide”,con breve escala en Casablanca, a Marruecos donde llega el día 18 para ponerse al frente del Ejército allí sublevado.

Solo un día antes, el día 17, se sublevan las guarniciones de África y el 18, el que fuera un destacado general republicano, Gonzalo Queipo de Llano, lo hace en Sevilla.

El propio Gil Robles, solo algunos días antes de su muerte, casi como en señal de vaticinio de lo que estaba a punto de suceder, en uno de sus discursos, manifestó:
“Una masa considerable de opinión, que es, por lo menos, la mitad de la nación, no se resigna implacablemente a morir, os lo aseguro, si no puede defenderse por un camino se defenderá por otro. Frente a la violencia que aquí se propugna, surgirá la violencia por otro lado y el poder público tendrá el triste papel de mero espectador de una contienda ciudadana en la que se va a arruinar, material y espiritualmente, la nación.”

Tras su muerte, cientos, miles de militantes de su partido pasarían a engrosar las filas de Falange. La guardia civil se alineará al lado del poder tradicional, traicionando la legalidad vigente. La Iglesia volverá a ser fiel a su compromiso político al lado de la derecha y los sublevados. El viejo ejercito español denotará ya claramente su anti-republicanismo visceral. La violencia una vez más estaba servida.

Los próximos acontecimientos cambiarían para siempre el rumbo de una España dividida, de una
España que estallaría en mil pedazos, destrozando en el estruendo cientos de miles de vidas inocentes y las aspiraciones populares de cambio que la llegada de la II República a este país representó.

Estas aspiraciones se verían frustradas una vez mas por los egoísmos y la irracionalidad de una vieja España, ya caduca, que con todas sus fuerzas se resistía a desaparecer y cuyo coletazo final acabó con las esperanzas, ilusiones y vidas de muchos de sus hijos.

Los bandos del 17 y 18 de julio, declaraban el estado de guerra, asumiendo todos los poderes la autoridad militar; declarando en rebelión militar a cualquiera que hubiera defendido, activa o pasivamente el orden constitucional vigente en la II República.

Las matanzas indiscriminadas de las primeras semanas, acabarían en Aguilar con la vida de mas de 150 personas, si a estas unimos las personas naturales de Aguilar de la Frontera, que en los próximos días y meses serían asesinadas en Puente Genil, en Córdoba, en La Carlota, en San Sebastian de los Ballesteros, y en Málaga,. los muertos por hacinamiento y hambre en las carceles, prisiones y campos de prisioneros del nuevo régimen. los muertos y desaparecidos en el frente de batalla o en los campos de concentración nazis, el numero asciende a 209 personas.

La cruel y violenta represión no se detuvo en las personas, alcanzó también a todas sus organizaciones, partidos y agrupaciones políticas que hubieran formado parte del Frente Popular.

En Aguilar, la represión alcanzó a dirigentes políticos de organizaciones de izquierda, maestros, jornaleros, obreros y personas anónimas cuyo único delito consistió en mantenerse leales al Gobierno constitucional vigente.

Fueron objeto de depuración, una depuración iniciada por la sanguinaria maquinaria franquista, perfectamente organizada desde el inicio del golpe de estado y cuyo único y principal objetivo consistió en exterminar y arrancar de raíz todo vestigio de germen republicano que pudiera poner en peligro el naciente régimen de terror que en el país se imponia por la fuerza.

Los sometidos a depuración hubieron de abandonar a sus seres queridos al ver peligrar sus vidas, padecieron largos años de encierro en míseras prisiones, sufrieron torturas indiscriminadas, persecución, indignas humillaciones, destierro, desapariciones forzadas y ejecuciones por fusilamientos.

Eran jóvenes jornaleros, albañiles, barberos, ferroviarios, abogados, choferes, impresores, electricistas, tipografos, mecánicos, carpinteros, estudiantes, actores, carteros, industriales, taberneros, aperadores, y amas de casa. Todos ellos fueron asesinados por que representaban un peligro inminente, para el nuevo estado. Para las nuevas autoridades. Todos serían urgentemente buscados, sometidos, detenidos y asesinados.

Durante las tres primeras semanas fueron asesinadas en esta localidad mas de 60 personas, entre ellos el alcalde José María León Jiménez, Antonio Manuel Palma Moreno, militante del Sindicato de Muleros “La Constancia, adcrito a la UGT, Andrés Alberca Conde concejal republicano y su hijo, Rafael Ortiz Cruz, socialista y cabo de los municipales, Francisco Lucena Jiménez, joven comunista presidente de la Agrupación Juvenil del PCE, junto a dos de sus hermanos Rafael y Antonio, José Valdivia Atienza, socialista y vigilante de arbitrios igual que Manuel Arjona Lucena. Antonio García Marquez, socialista y teniente de alcalde, además de presidente del sindicato “La Razón”. Antonio Luís González Toro, socialista y guarda rural, junto a su hermano Francisco. Antonio José Luque Cuenca, socialista y funcionario del Ayuntamiento, Rafael Ortiz Jiménez, socialista y guarda municipal, Manuel Palma Varo, barbero y dirigente de uno de los partidos del Frente Popular, o Francisco Prieto Jiménez, jornalero comunista.

Con total y absoluta impunidad, los bandos de Queipo de Llano alentaban a matar como a perros a los enemigos del régimen, a los opositores del Glorioso Movimiento nacional. Y así lo hicieron. Cuando no los encontraron a ellos, asesinaron a sus familiares, a sus hijos, a sus mujeres padres o hermanos.

Se les mató en las cunetas, y escampados, en las tapias del cementerio. Se ejecutó planificadamente con un único objetivo histórico, perpetuarse en el poder personal y oligárquico motivado por la explotación del hombre, para aniquilar y triunfar sobre la lucha de clases del proletariado y campesinado, utilizando la represión, la sumisión, el amiguismo y la violencia de las armas.

En las semanas posteriores completaria otra escalofriante cifra que alcanzaría a más de 90 personas. Hombres y mujeres, sin ninguna contemplación, ni por el sexo, ni por la edad.

Gentes sencillas y humildes, vecinos de la calle la Eras, la Villa, la calle Belen, la calle Calvario, la calle Candelaria, Concepción, Membrilla, San Cristobal, los Pozos, el Tejar, la Rosa, la Mata, o Santa Brigida, entre otras.

Comunistas y socialistas, casi todos ellos y ellas. Aunque también existieron excepciones sin filiación política alguna.

Durante muchos días grupos armados patrullaron el pueblo sacando a las personas de sus casas, deteniéndoles en los bares y en los campos, con cualquier pretexto. Alrededor de la guardía civil y de las nuevas autoridades, se creo toda una red de chivatos, confidentes, delatores y espias que solo aspiraban a medrar y conseguir favores económicos y personales.

Detenian a las personas que las listas elaboradas en algún bar local señalaban para después Obligarlos a subir a camiones que fueron llevados a lugares alejados del pueblo y despojándoles de los objetos de valor y de la documentación, eran asesinados y abandonados los cadáveres o arrojados en cunetas y fosas comunes.

Algunos después de ser asesinados, fueron apilados, rociados con gasolina y quemados. Reducidos sus cuerpos quemados a golpes para poder ser introducidos en sacos y arrojados a fosas
que posteriormente se pusieron a la venta, para que nadie, jamás pudiera nunca encontrarlos, ni identificarlos.

Las atrocidades cometidas durante los primeros días de la guerra se ocultaron, se manipularon y se silenciaron maquiavélicamente por parte del nuevo régimen surgido, como parte de una estrategia de posesión de la verdad. Repetidamente se engaño a las familias y jamás supimos donde buscarlos ni llorarlos.

Sin embargo las atrocidades de los “rojos”, serían difundidas públicamente a través de su – Causa General, creada por Decreto de 26 dé abril de 1940- ( ni una sola recogerán de esta población).

Aplicar la política del olvido y el miedo institucionalizado garantizó durante toda la permanencia de la dictadura su efectividad y continuidad.

Las familias de las personas desaparecidas y asesinadas, hubieron de seguir durante muchos años sufriendo “en silencio” el temor de no poder hablar, … pues solo tenían derecho a callar y sufrir, a agradecer día a día que aun seguían vivos, a temer por sus seres queridos, a ser parientes de los “marxistas” o “rojos”.

Marxistas y rojos, así se les tildó, … así se les llamó . Así se les marcó de por vida. Así de terrible e injusta fue la vida para centenares de familias de este pueblo , condenadas a vivir en una atmósfera de temor y miedo constante y permanentemente, durante mucho, muchísimo tiempo.

AGUILAR DE LA FRONTERA.
DESAPARECIDOS. 18 DE JULIO DE 1936.

Autor. Rafael Espino Navarro

A la memoria de todos los “desaparecidos”, por haberme brindado el honor de enseñarme que la libertad es el don más preciado.

La violencia y la represión desatada por los protagonistas del golpe de estado del 18 de julio de 1936 en Aguilar de la Frontera, dejó en esta localidad en los días sucesivos al alzamiento militar, un número cercano a las 150 personas asesinadas en apenas noventa días en interior del cementerio municipal, en las tapias de piedra de su parte sur y en distintos parajes alejados y ocultos de posibles miradas acusadoras. Mas de ciento veinte viudas y casi quinientos niños y niñas huérfanos,

Hoy, después de 77 años, nadie podrá ya devolverles la vida a los que la perdieron, vilmente asesinados. Ni los años de plena juventud a los que la pasaron en la cárcel o en el exilio.

Nadie …, nadie podrá ya nunca reparar el miedo … el dolor … el sufrimiento … la vejación y la humillación a la que fueron sometidas muchas personas por defender la igualdad y la libertad en una etapa política sin precedentes en este país.

Los familiares llevamos muchos años pidiendo justicia … desde el mismo día que nos dejaron esperando a las puertas de la casa. Desde ese día nuestras abuelas y nuestros padres entre gritos y dolor y sollozos, solo balbuceaban una palabra … justicia.

Hoy también nosotros, la tercera generación, levantamos la voz gritando esa misma palabra. Hacer justicia, no nos corresponde a nosotros, … aunque por desgracia llevamos años buscándola en este país y no la hemos encontrado todavía. Una justicia que repare y dignifique aún que sea tarde los perjuicios causados a cientos, miles de personas, de esta localidad.

En la búsqueda de esa justicia, jamás, he pretendido, no quiero … dar lecciones de historia, ni mucho menos imponer una determinada visión del pasado. Mi principal objetivo solo es y ha sido homenajear a aquellas personas que fueron víctimas por encima de todo, que todo el mundo las conozca…

Que todos conozcan quienes fueron, todos y cada uno de ellos, lo que significaron sus vidas en este pueblo, la historia personal que hay detrás de cada uno de esos hombres y mujeres y contribuir al reconocimiento público que toda persona merece, aún más cuando fueron víctimas de la injusticia y la barbarie, que transformo esta población en pocos días en un enorme rompecabezas.

Que todo el mundo conozca que un buen número de vecinos de este pueblo, fueron cruelmente asesinados, sin merecer dicho destino y que sus familias fueron sometidas a soportar el oprobio y la vergüenza publica de sus convecinos durante decenios de años sin ser culpables de nada.

Conocer la verdad y trasmitirla es sin ningún lugar a dudas, comenzar a hacer justicia … sin miedo ya … sin censuras, sin ocultamiento intencionado de la realidad, para poder preservar del olvido colectivo el sufrimiento y el valor de cientos de personas de este pueblo, que lo entregaron todo, recibiendo muy poco a cambio para que todos comencemos de una vez por todas a caminar con la cabeza bien alta, sin sentir ningún tipo de vergüenza, orgullos de ser quienes somos.

Y por supuesto esclarecer y dar a conocer públicamente las actividades represivas desplegadas por las autoridades militares y civiles del nuevo régimen surgido de la sublevación, durante y después de la contienda en Aguilar de la Frontera, donde durante muchos días grupos armados patrullaron el pueblo sacando a las personas de sus casas, deteniéndoles en los bares y en los campos, con cualquier pretexto.

Obligados a subir a camiones fueron llevados a lugares alejados del pueblo y despojándoles de los objetos de valor y de la documentación, eran asesinados y abandonados los cadáveres o arrojados en cunetas y fosas comunes en el interior del cementerio.

En este pueblo de poco más de 13.000 habitantes la represión a su paso dejo un reguero de dolor y de muerte inimaginable a su paso. Adolescentes, mujeres o ancianos, no respetaron, nada, ni a nadie.

Cientos de personas huidas, exiliados de por vida, que solo regresaron muerto el dictador, encarcelamientos, campos de concentración, suspensiones de puestos públicos, depuración de funcionarios, incautación de bienes y más de ciento cincuenta personas fusiladas y desparecidas – dejando secuelas vivas en cientos de familias que desconocen aún a pesar de haber transcurrido ya 77 años, donde se encuentran los restos de sus familiares.

Mucho se ha hecho en los últimos años, … pero mucho más, queda aún pendiente por hacer. Pero para ello es necesario sin duda alguna la mediación de la voluntad política, … una voluntad y compromiso real tan echados en falta en tantas y tantas cuestiones relacionadas con la determinación sincera de restaurar la verdad histórica de una vez por todas.

Pues es tiempo ya de poder transitar pacíficamente por la historia contando y demostrando la otra verdad … esa verdad enterrada y sepultada junto a sus frágiles cuerpos. Conocer y contar la verdad de los asesinatos arbitrarios, de los fusilamientos sin sujeción a proceso alguno, de los desaparecidos, de las desapariciones cometidas, … sin tópicos, sin tapujos, sin mitificaciones ni falsificaciones.

“Padre, no los perdones, ellos saben lo que hacen.”

Vladimir Jankélévitch

¿Cuándo prescribe un crimen desde un punto de vista moral? ¿En algún momento una persona deja de ser responsable de sus actos y puede vivir libre e impunemente?

A través de la publicación de estas fotografías AREMEHISA quiere trasladar al conocimiento público parte de la investigación de unos hechos acaecidos sesenta y siete años atrás, para rescatar la verdad manipulada y tergiversada a lo largo del tiempo.

Es un alegato contra el olvido, una defensa apasionada de la necesidad de mantener la memoria, una lucha para conseguir que la historia no la escriban sólo los vencedores … una lucha por la dignidad y porque la muerte no tenga nunca la última palabra.

…una reflexión sobre el perdón, la memoria y el olvido.

AGUILAR DE LA FRONTERA.

LA GRAN HUELGA DEL 23 JUNIO DE 1933.

Autor. Rafael Espino Navarro

Son años que transcurren bajo las medidas de control y presión de orden público a través de los estados de prevención, alarma o guerra que indistintamente se sucederán por causa de la conflictividad social existente, muchos de los problemas se agudizaran y los jornaleros verán como se alejan las soluciones que esperaban con la llegada de la República.

Durante los meses anteriores al verano de 1933, el numero de obreros en paro en la localidad superaba las 1000 personas (61). El Ayuntamiento para paliar los efectos del mismo, solicitó la construcción de un grupo escolar, sin que por el momento las autoridades pertinentes diesen el visto bueno para comenzar su ejecución.
A pesar del paro existente, serán más de mil quinientas las fanegas de aceituna que los terratenientes y propietarios dejaran tiradas en el suelo por no serles rentable su recogida. El Ayuntamiento solicitará que se conceda la “rebusca” , para que los padres de familia en paro forzoso, puedan al menos paliar los efectos del hambre, dedicándose a la recogida de ese producto inservible para los dueños de las fincas. Será en vano, a pesar de todo, la rebusca, no se autorizará y la aceituna ( mil quinientas fanegas) de producto de segunda categoría, se perderá irremediablemente.
El día 3 de marzo, se designan los vocales de la Junta Provincial de Reforma Agraria y el día 19 de abril de 1933, se constituirá la misma bajo la presidencia de Alfonso Pérez Martínez, magistrado de la audiencia la Junta Provincial de Reforma Agraria En esta Junta Provincial estará integrado, el socialista de Aguilar Antonio Cabello Almeda, como uno de los tres vocales representantes de los obreros.
La mala cosecha de cereales y el alto índice de paro en pleno verano serán determinantes para que el día 23 de junio la Unión General de Trabajadores, convoque una huelga de trabajadores de la tierra en toda la provincia de Córdoba. Serán cuarenta y tres pueblos en toda la provincia, los que la secunden de forma unánime y en Aguilar, con el ambiente muy caldeado los primeros días se sucederán algunos incidentes sin importancia.(62) . La huelga en Aguilar de la Frotera fue total.
“… esperamos que aquel número de obreros que por timidez o que por carecer todavía de una cabal conciencia de clase, se prestan en todos los momentos a ser utilizados por sus enemigos como dóciles instrumentos de sus manejos, reflexionen y lleguen a comprender que no sólo refuerzan los lazas de opresión que valientemente quieren romper sus hermanos, sino que labran para sus propios hijos una era de servidumbre que los imposibilitara para conquistar la libertad y dignidad que merece toda persona humana.
Nos toca sostener una lucha contra una burguesía que esta hasta hace poco habituada a tratar al campesino andaluza como simple objeto de su propiedad y que de ninguna manera se aviene a reconocerle los derechos que forzosamente ha tenido que otorgarle el régimen republicano para elevar a la categoría de ciudadanos a esta enorme masa de hombres incultos y hambrientos de toda la vida.”
Manuel Sánchez.
En esta huelga se denunciará que piquetes de jornaleros se dedicarán a recorrer los cortijos del termino intentando que los que están trabajando dejen de hacerlo. En alguna ocasión se produjeron incidentes y altercados entre estos y los patronos. En ningún caso llegaron a causar ninguna victima ni daños a personas.
Sí, se produjeron numerosas detenciones por parte de la guardia civil de muchos obreros, solo por militar en la U.G.T. Incluso a algunas localidades, como Aguilar y Montilla, se llegaron a desplazar desde la capital por orden del Gobernador Civil, más de una veintena de Guardias de Asalto, para garantizar el orden durante los días de huelga. A pesar de dar por terminada la misma el día 29, los grupos de guardias de asalto, permanecerán en estas dos localidades hasta el día dos de julio.
Tras diversas reuniones mantenidas entre los patronos y los jornaleros, como ya hemos adelantado el día 29, se cursarán ordenes para dar por terminado el conflicto, una vez alcanzado un acuerdo, que entre otras medidas o mejoras contemplaba: Que los patronos deberán acudir a la oficina de empleo para elegir a los obreros que necesiten, que el Jurado Mixto era el órgano competente para resolver el reparto de trabajadores entre las fincas de labor y de sancionar la infracciones cometidas. La representación patronal no aceptó los puntos de este acuerdo y el delegado de Trabajo, resolvió la cuestión a favor de los trabajadores.
En cualquier caso el clima posterior a la resolución del conflicto nos lo resumen a la perfección B. Córdoba, en un artículo que publica en Córdoba Obrera, en julio de ese mismo año, titulado “La huelga de los agricultores de la provincia de Córdoba“.

“ Un indiscutible deseo ha quedado en todos los obreros agricultores de la provincia: el de ver realizado el triunfo de sus aspiraciones en el cumplimiento de la ley. La huelga legal sostenida en la provincia por los agricultores, no da margen a la patronal a tomar venganzas más o menos sujetas a formulas casi siempre patrocinadas por los que a tiempo pudieron evitarlas, mediante el ejercicio de su autoridad.
Son muchos los obreros que al terminar la huelga han quedado despedidos por solidarizarse con sus compañeros de profesión y que han tenido que entablar demanda de despido ante los organismos mixtos de la provincia.
A pesar de ser una condición esencial por patrono y obrero el respetar las ideas políticas y religiosas de los obreros, es lo cierto que en muchos pueblos los señores patronos hicieron tabla rasa en la persecución de los obreros más caracterizados de la organización de trabajadores de la tierra y del Partido Socialista.
Por este procedimiento han quedado sin trabajo en los pueblos gran número de trabajadores, a pesar de haber acudido en demanda de justicia al señor Delegado de Trabajo y de haberlo solicitado el alcalde de sus respectivas localidades.
Vean como la República no es lo mismo para pobres y ricos.
Por estas mismas razones hemos visto en la provincia gritar contra el régimen republicano políticos de tanta responsabilidad como el señor Maura (don Miguel) y el señor Gil-Robles y lanzar improperios y denuestos contra sus gobernantes, mientras en la vía publica se apaleaba a los obreros por gritar ¡Viva la República¡.
Así, amparados por la fuerza del mismo régimen, están llevando a cabo su labor derrotista los elementos monarquizantes, y así la patronal desata sus iras y sus venganzas contra los obreros como en la huelga que nos ocupa.
Es lástima ver lo que pasa en España, y sobre todo en estos pueblos rurales donde la vida de los obreros es una constante humillación a cara de los patronos para poder asegurar su trabajo.
El Jurado Mixto, la Ley de Términos Municipales, la legislación obrera, en una palabra, es ahora la pesadilla de la patronal, que siempre vivió a sus anchas con la explotación y rendimiento ajeno.
Por esto piden a voces su derogación.”
Una vez superada la huelga, a comienzos del mes de julio, se reunirán en Córdoba la Comisión Gestora de la Diputación Provincial ( de la que en esa fecha ya forma parte el abogado socialista Rafael Aparicio de Arcos), bajo la presidencia del señor Troyano y a la que asisten doce alcaldes de la principales localidades de la provincia ( José María León Jiménez, estará presente también en esta reunión). El objeto de la misma no es otro que volver a poner en marcha desde la diputación provincial las construcciones de los caminos vecinales, para paliar la alta tasa de paro existente en todos los municipios. Esta iniciativa será llevada a cabo a propuesta de Rafael Aparicio, quien solicita que la diputación gestione un crédito de quinientas mil pesetas con cargo al banco de Crédito Local, para que se puedan financiar las obras de arreglo de caminos vecinales que los ayuntamientos emprendan en sus municipios.

AGUILAR DE LA FRONTERA
LA SITUACION A COMIENZOS DE JULIO DE 1936
Autor. Rafael Espino Navarro.-

Iniciado ya, el que sería caluroso verano del 36, y próximas a comenzar las faenas de la siega, el gobernador civil, reunirá a patronos y obreros para exigir a los primeros que cumplan con todo rigor con el turno forzoso, y a los segundos para que hagan lo propio con respecto a las disposiciones vigentes.
Manifestando en esa reunión que con el máximo rigor la primera autoridad gubernativa, estaba dispuesta a que dichas disposiciones se vieran cumplidas en todas sus partes, especialmente en lo relativo a la jornada de trabajo, el empleo de maquinaria agrícola y que los obreros sean especializados para estas faenas. (95)
Esta reunión no debió a mi juicio dar muchos resultados, ya que solo algunos días más tarde, se declararán huelgas de campesinos en protesta por las condiciones de abuso de los propietarios en Castro del Río, Baena, Priego, Almedinilla, Pedro Abad y Puente Genil, sumandose a las mismas la mayoría de los gremios.
Esta será la tónica dominante durante todo el verano de 1936, huelgas campesinas por doquier en toda la provincia, cuyos efectos llegaran incluso a ser debatidos en las Cortes.
Durante los meses anteriores al mes de julio la situación de paro e inestabilidad laboral , llego a ser tan alarmante y preocupante que la Diputación provincial tuvo que volver a prestar su ayuda para mitigar los efectos del mismo, volviendo a la antigua formula del arreglo de caminos vecinales. Se comenzará a arreglar el camino vecinal que une Aguilar con la carretera de La Rambla a Puente Genil, con un presupuesto de 4.070,25 pesetas. (91)
Con el mismo objetivo también se celebrará una función benéfica el día 8 de ese mismo mes a beneficio de los obreros en paro. Esta se celebrará en el Teatro Español.(92)  y en la misma se proyectó una película cinematográfica “Su última noche”. (93)
Quiero hacer la salvedad de que esta vez el acto benéfico no vino de la mano de la Iglesia o de sus grupos católicos afectos, que también en esos mismas fechas llenaban su calendario con actos religiosos, cultos y recibimientos de pan de los ángeles.
Organizados como siempre por las Juventudes Femeninas, las Mujeres Católicas de cada parroquia y las jóvenes de Acción Católica a la cabeza de las cuales se encontraban siempre su presidenta Isabel Povedano y el cura Rafael Mª. Espinosa. Los actos solidarios para recaudaciones benéficas ya se realizarán desde los propios partidos de izquierdas.
Paralelamente a estos seguirán funcionando las cocinas económicas para pobres, bien sean municipales o provinciales. Desde los acontecimientos de Asturias de 1934, y para hacer frente a la dura represión desatada por la misma así como asistir al gran numero de encarcelados que se ocasionó, se creará en España el Socorro Rojo Internacional. (94)
En Aguilar no llegó a existir sede del Socorro Rojo, pero sí en la cercano localidad de Puente Genil, a donde un incontable número de personas de Aguilar que vivían y trabajaban en los pagos de “ los arenales”, se desplazaban diariamente en busca de alimentos y otros enseres que allí se les facilitaban de forma totalmente gratuita.
El día 2 de julio, serán aprobadas por el Jurado Mixto del Trabajo Rural de Córdoba, las bases de trabajo para toda la provincia. En estas quedaran reflejadas las condiciones generales de la Ley del Trabajo, en todos sus extremos, especialmente en la obligación que tienen los patronos de sacas los obreros de la Oficina de Colocación o Bolsa de Trabajo, advirtiéndose que no se permitirá el trabajo a destajo en las operaciones de siega de cereales, recogida de aceituna y legumbres, cuando para esas faenas haya obreros parados.
También se recogen en las bases que cuando las fincas distaran más de tres kilómetros de la población, el patrono queda obligado a facilitar un medio de locomoción. La jornada laboral será de ocho horas, exceptuándose las operaciones de siega a brazo de cereales y leguminosas, que se reducirá a siete y en las operaciones siega con guadaña, a seis, de trabajo efectivo. Se prohibe el trabajo en horas extraordinarias en tanto existan obreros en paro forzoso. Los jornales que se establecen en las bases tendrán un ocho por ciento de disminución en la zona de la sierra y pobre de campiña. Se determina también el empleo de maquinaria agrícola, y se final las tarifas de jornales.
Una semana solo después de aprobadas las bases de trabajo, se dará cuenta a la Comisión gestora provincial de la angustiosa situación por la que atraviesan la mayoría de los pueblos de la provincia por la falta de trabajo, situación está que se teme que se agrave cuando termine la recolección. Ese mismo día, el gobernador civil, manifestará que la Comisión Gestora de la Diputación, le visitó rogándole que gestionará la implantación sin dilación de la Reforma Agraria en la provincia de Córdoba.
Este tramitó la correspondiente solicitud a la Dirección de Reforma Agraria y se estaban comenzando a tramitar 52 expedientes para la aplicación de la Reforma Agraria en otras tantas fincas de la provincia, que comenzarían nada mas terminar las operaciones de siega.
Días más tarde el ministro de Agricultura, informará de que a mitad del mes de julio, se llevarán a cabo nuevos asentamientos en la provincia de Córdoba.
En distintos lugares de la provincia, el Cortijo de Casablanca, serán asentados 144 cabezas de familia, en el cortijo Camarado Alto 24 familias y en el cortijo Villaverde la Alta otras 20. El 18 de julio, se volverán a producir nuevo asentamientos. En la finca Villaverde Baja, otras 16 familias.
El día 13 de julio, coincidiendo con la noticia de los nuevos asentamientos, una noticia de primera página recorrerá toda España, siendo el tema de todas la conversaciones. Todos los periódicos publicaran la noticia del asesinato de Calvo Sotelo, condenando el crimen y produciendo gran indignación en todas las clases sociales. En esos día se cursaran miles de telegramas de pésame, y se recogerán infinidad de manifestaciones de duelo y protesta por el crimen.